Los altos costos de los cigarrillos en el Ecuador han forzado a los consumidores a cambiar de marcas.
Redacción TULCÁN
El contrabando de cigarrillos extranjeros por la frontera colombo-ecuatoriana se convierte en un problema para las autoridades de control de los dos países, que han debido reforzar los operativos para evitar el paso de grandes cargamentos por la frontera Nariño-Carchi.
Este fenómeno es reconocido por las aduanas de los dos países; sin embargo, aseguran que tanto en Ipiales como en Tulcán, las aprehensiones han sido exitosas, tras identificar las diferentes modalidades que utilizan los contrabandistas para movilizar esta mercadería de forma irregular.
Los altos costos de los cigarrillos en el Ecuador han forzado a los consumidores a cambiar de marcas, optando por los que llegan al margen de la ley, desde países asiáticos a bajos precios por la frontera común.
En noviembre del año pasado, el Ecuador incineró diez millones de unidades (cigarrillos) que fueron ingresadas al territorio nacional como contrabando, informó el Servicio Nacional de Aduanas (Senae).
Tráfico
Según la Policía Fiscal Aduanera de Colombia y la Senae, ingresan desde la China. Una fuente aduanera en Tulcán explica que llegan desde Asia hasta los puertos colombianos, luego arriban a Rumichaca, desde donde los contrabandistas burlan los controles para internarlos a ciudades ecuatorianas.
Las estadísticas en el 2017 determinan que se habrían decomisado 1 millón 600 mil cajetillas de varias marcas, que se presume ingresaron al vecino país por la Guajira, desde Panamá, que es otra de las rutas utilizadas.
La presencia de más de 45 pasos informales terrestres y fluviales que comunican a Carchi con el vecino país, facilita el paso ilegal de estos productos, algo que dificulta los controles en la frontera.
Contrabando
William Valero, ex comandante de la Policía Fiscal Aduanera en visita realizada a Ipiales, indicó que coordinan acciones con sus similares de Ecuador. El oficial reconoció que los contrabandistas se ingenian varias rutas y formas para burlar los operativos.
El sistema conocido como hormiga es utilizado en esta parte de la frontera para transportar estos elementos; es decir movilizan las cajetillas y cartones en pocas cantidades hasta Tulcán.
En la capital carchense es acopiada esta mercancía irregular y luego movilizada hacia Ibarra, Quito, Guayaquil, Portoviejo, Manta, Cuenca y otras ciudades, donde es comercializada.
El producto viene camuflado en el interior de mercancías que son nacionalizadas para engañar a policías y aduaneros. También adaptan caletas en camiones y tanqueros que realizan transporte internacional para ocultar las cargas de tabacos.