Hospital Luis G. Dávila de Tulcán se puso a prueba

Simulacro. La actividad complementó un escenario que presentó una demanda excesiva y repentina en el servicio de emergencia.
Simulacro. La actividad complementó un escenario que presentó una demanda excesiva y repentina en el servicio de emergencia.

TULCÁN

La simulación de una intoxicación alimentaria en un ciudadano venezolano en movilidad humana, puso a prueba la capacidad de respuesta operativa y evaluó las acciones de coordinación con el sistema de notificación, en el Hospital Luis G. Dávila.

El simulacro complementó un escenario que presentó una demanda excesiva y repentina en el servicio de emergencia. Estas acciones buscan afinar detalles en los procesos médicos y de enfermería, así como también en la identificación de pacientes y cumplimiento de protocolos.

“Debido a la situación de movilidad humana que vive el Carchi con la presencia de ciudadanos venezolanos, el Comité de Operaciones de Emergencia optó por el tema de intoxicación alimentaria, que es uno de los casos más cercanos a la realidad que vive esta casa de salud”, explicó Marisol Díaz, coordinadora del evento.

Preparados

Desde el momento que se activa el simulacro, una cadena de llamadas convoca al personal de la institución a prepararse para recibir a los pacientes. En el área de emergencia se realiza el triage, mediante el cual se clasifica la gravedad de los casos.

Al mismo tiempo, personal de estadística recopila información de las personas que son atendidas en ese instante, alimentando la base de datos para la sala situacional, la misma que envía un reporte actualizado al comando de incidentes liderado por Ruth Velasco, gerente institucional.

Estos procedimientos se los realiza una vez al año con diferentes temáticas, que están dirigidas para asegurar la atención en salud de manera eficiente, con calidez y calidad, agregó Velasco. (CMRV)