POR: Laura Benítez Cisneros
En sesión ordinaria de un 11 de abril de 1889, reunidos los señores Consejeros, Antonio Rivera, Pedro L. Benavides, Dr. Octaviano Corella y el señor Antonio Ramírez, se toma la decisión. Según datos históricos, a la citada reunión no concurrió el señor Presidente Presbítero Valentín Carpio y siendo Vicepresidente de la misma, el señor Pedro L. Benavides, presidió la sesión.
Tomando la palabra el señor Concejal Corella, expuso que es importante secar la laguna y arreglar debidamente la calle Real, hoy conocida como Bolívar, idea que fue aprobada por todos los Concejales. Para esto se acordó invitar al señor Gobernador Roberto Sierra y al Comandante de Armas de ese entonces, con la finalidad de que apoyen con su contingente, en secar una laguna con la ayuda de los soldados, por uno, dos o tres días diarios.
Con la ayuda solicitada al cuartel y con el sobrante de los fondos de la municipalidad que eran destinados para las obras públicas del cantón se iba a ejecutar. Todo lo expresado por el señor Corella fue aprobado por el Concejo. Con respecto al terreno municipal conocido con el nombre “La Laguna”, la corporación procedió al deslinde con los colindantes a fin de evitar cualquier proceso, que quedó en manos del Procurador Síndico.
Presidida la sesión por el Presidente presbítero Valentín Carpió el 9 de mayo de 1889, se dio lectura a los títulos de La Laguna, basándose en el año de 1727. “Dos caballerías de las tierras llamadas Caltaspued en la salida de Tulcán, caen hacia una laguna, por el camino Real que era la entrada principal cuando se venía de villa de Ibarra. Sus linderos eran: por la parte de arriba con una zanja vieja, en medio tierra de la comunidad de los indios de la parcialidad de Taques, por abajo, con una encañada, en medio, tierras de la demarcación de este pueblo, a un lado, con la laguna y al otro con la quebrada del Molino que baja dividiendo la hacienda de los herederos del Capitán Don Villacis de este pueblo. Entran servidumbres y aguas en general. Forman un solo cuerpo las dos caballerías”.
El 28 de julio de 1803, estas dos caballerías nombradas La Laguna en la salida a Tulcán, fueron vendidas a Lorenzo Guerrón. El 31 de mayo de 1889 se acordó pedir un informe escrito al señor Juan Manuel Guzmán Agrimensor (Topógrafo), recibido acerca de si sufriría peligro alguno al empalizar o hacer el socavón para desecar el agua de la laguna.
Esto es parte de nuestra historia. Un saludo reverente a la pujante e hidalga provincia del Carchi al celebrar los 138 años de su provincialización.