Cierre de camal municipal de Tulcán genera primeros problemas

Situación. Quienes venden la carne en los diferentes mercados son los principales perjudicados con esta clausura.
Situación. Quienes venden la carne en los diferentes mercados son los principales perjudicados con esta clausura.

Redacción TULCÁN

Los sellos de clausura colocados por la Agencia de Regulación y Control Fito y Zoosanitario (Agrocalidad) el pasado lunes en la noche en el Centro de Faenamiento de Tulcán continúan en la puerta central.

Las actividades están suspendidas en este lugar hasta nueva orden; es decir, hasta cuando las autoridades sanitarias encargadas del control y la regulación para la protección animal e inocuidad alimentaria dispongan la apertura.

Federmann Villarreal, director de Agrocalidad, explicó que está en marcha el proceso administrativo. El funcionario indicó al referirse al sumario que los técnicos elaboran un informe que es presentado al director con las pruebas adicionales y luego del análisis correspondiente se emite una sanción.

“Todo depende de la gravedad de la infracción para determinar los días de cierre y es importante aclarar que no se trata de un delito”, enfatizó. El argumento que mantienen los técnicos es que fue ingresado al camal ganado en horarios no establecidos.

En los mercados

Mientras tanto, en los mercados comienza a terminarse las últimas libras de carne de res, cerdo y oveja, ya que desde el martes no se está sacrificando las reses en esta ciudad. Los introductores deben trasladarse a los camales de Julio Andrade y San Gabriel.

En esos camales se realizan por ahora las labores de sacrificio de los animales, mismos que son transportados en camiones, previo la presentación la guía de movilización que es uno de los requisitos exigidos.

Nancy Morales, ama de casa del norte de la urbe tulcaneña, comenta que si hay algún incremento en el precio de las carnes, optará por mariscos mientras dura la suspensión del camal municipal.

Blanca Lema, tercenista que labora en el mercado central, señala que está faenando en Julio Andrade, pero aclara que pese al transporte que debe pagar no ha incrementado el valor, porque se registra una baja en las ventas.

William Chamorro, quien viene a comprar carne de oveja en este centro de abastos una o dos veces a la semana asegura que no hay variación en los precios y que prefiere comprar en Tulcán porque el precio es favorable y la carne de buena calidad.

La Hora conoció que diariamente se faenan aproximadamente 35 reses, 25 cerdos y seis ovejas. Ayer, los 25 trabajadores desarrollaban actividades para mejorar la ornamentación en el camal. (CMRV)