El libro fue celebrado ayer, pues en el calendario se ha fijado esta fecha para recordar la importancia de estos elementos que brindan más que conocimientos.
“Un libro puede ser una guía, puede ser una pesadilla, puede ser un desahogo, un pasatiempo y un túnel para viajar por el mundo”, dijo Estefanía Cerda estudiante aficionada a la lectura.
Estefanía en sus cortos 16 años asegura haber leído cerca de 21 obras literarias de diferentes autores, “creo que le debo la lectura a mis abuelos, ya que con ellos crecí porque mis padres trabajaban y al ser dos jubilados ellos me enseñaron a amar los libros”.
Estefanía a diferencia de otros jóvenes tiene un lenguaje más nutrido y asegura que ha conocido países y ciudades sin haber subido a un avión, “con la lectura conoces el mundo, a las personas y la historia”.
Ayer en varias instituciones se celebró el día del libro, este fue el caso de la Unidad Educativa San José La Salle en donde se cumplió la presentación de cuentos tradicionales adaptados a la realidad, para recordar la importancia de los cuentos.
Gabriela Navas, estudiante de noveno año explicó que con esta obra buscaron que los niños más pequeños conozcan los cuentos y que sepan que grandes historias se pueden conocer por medio de los libros.
Historia
La Unesco promueve el 23 de abril como el Día Internacional del Libro, ya que en esta fecha fallecieron Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega, tres autores que traspasaron fronteras y que hoy son referencia universal.
“Celebrar este día implica también resaltar el papel que desempeña el libro como portador y garante de las ideas para una cultura de paz, de tolerancia y de diálogos universales”, dijo Mauricio Barrera docente.
Datos
En el 2013 el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) ejecutó una encuesta a nivel nacional en la que se destacan datos como que el 27% de los ecuatorianos no tiene el hábito de leer, y de las personas que no leen el 58% lo hacen por falta de gusto y el 31,7% porque no tienen tiempo.
Los chicos entre 16 y 24 años es el grupo etáreo que más lee, de ellos el 33% indica que leen por cumplir con las obligaciones académicas. También, los lectores mencionan que leen por trabajos académicos y deberes. Pocos aceptan que leen por placer.
Según Barrera leer a un niño es la mejor manera de formar nuevos lectores. “Es importante desarrollar en los niños el hábito de la lectura y esa práctica se construye desde que el bebé está en el vientre de la madre”.
A través de los cuentos, de las narraciones, de los trabalenguas, de los arrullos y del canto “el niño empieza a amar la palabra y la asocia con el afecto y la seguridad que los padres le brindan”. (NA)