Ejemplo

Carlos Vivas Armas

Con desfachatez absoluta, quien ni siquiera debería opinar, dice que los proyectos progresistas del siglo 21, son objeto de una estrategia imperialista en contra de los gobiernos progresistas y califica al sistema electoral venezolano como infalible, sin la posibilidad de que exista fraude.

Le da mucha tristeza que los países que para él no son civilizados, mantengan y traten de viralizar un supuesto fracaso de los modelos económicos que aplican los seguidores de un socialismo que bien conocido es, hace rato dejó de tener vigencia.

Ahora no solo se queja de los acontecimientos en nuestro país, sino que también aboga por los sedientos de poder que lo han usurpado en una maltrecha América Latina, poniéndolos como ejemplo mundial en los inicios de la década 2010, seguramente para que piensen que su gobierno también pertenecía a esa élite.

Al igual que aquí, los ingenuos (que relativamente son muchos) siguen defendiendo a su cacique, aducen que su voto es porque todavía confían en él, que ahora sí ha aprendido y que la culpa de la desgracia económica la tienen los gringos y la oposición.

Son felices con una antena satelital que les permite ver únicamente los canales del gobierno, un carné llamado de la Patria, con el cual serían acreedores a la prosperidad, la paz y la felicidad y unas misiones con nombres emblemáticos que se manejan políticamente con un tremendo aparataje propagandístico, aunque el alimento muchas veces tengan que recogerlo de los basureros y la calle.

Poniéndolo en una forma más fácil de comprender, sería como la elecciones para Presidente de un grado escolar de 30 estudiantes, donde el candidato abusador obtiene los votos de sus seis amigotes, dos votan por el menos cargoso y el resto no vota porque les da miedo, todo esto con ayuda del “profesor dirigente”.