Estudiante que falleció en Canoa fue enterrado en Poaló

Dolor. Familiares y amigos acudieron al velorio.
Dolor. Familiares y amigos acudieron al velorio.
Solidaridad. Compañeros de Jesús estuvieron presentes en las honras fúnebres.
Solidaridad. Compañeros de Jesús estuvieron presentes en las honras fúnebres.
Ayuda. Un vocal de la Junta parroquial de Canoa viajo hasta Poaló.
Ayuda. Un vocal de la Junta parroquial de Canoa viajo hasta Poaló.

La madrugada de ayer llegó desde Manta el féretro de Jesús Quintana, interminables fueron los días de sus familiares, porque no se encontraba su cuerpo que desapareció en el mar el domingo último. La capilla ardiente fue levantada en el coliseo de la parroquia, en el centro se ubicó la funeraria y pegada a la pared estaba una fotografía del joven, donde rezaba la frase: “Nunca te olvidaremos”.

Hasta el coliseo llegaron estudiantes de diferentes instituciones educativas, quienes se solidarizaban con sus familiares, especialmente con sus padres y hermanas, que a pesar del dolor por la pérdida de su ser querido estaban tranquilos porque finalmente el mar les devolvió el cuerpo de su hijo y hermano.

Jesús era el segundo de los tres hijos de la familia Quintana Jácome, era el único varón, su padre Gonzalo Quintana, aún recuerda que antes de irse al viaje su hijo soñaba con formar parte de las filas policías, pero la idea fue desechada después que conversaron en familia, entonces decidió que una vez que se gradué de la secundaria se iba a Quito a estudiar en la Escuela Politécnica Nacional Ingeniería en Sistemas, tenía afinidad por esta carrera.

Los compañeros de Jesús, con quienes compartió sus últimos momentos en Canoa llegaron al velorio, ingresaron con dos ofrendas florales, seguidos de la bandera de la unidad educativa Primero de Abril, después dos filas de estudiantes, quienes se consolaban entre sí, ellos se acercaron al ataúd no podían creer que su compañero se encontraba al interior.

Después de rezar una oración procedieron a cobijar el ataúd con el estandarte, en símbolo de duelo institucional.

Rocío Jácome, madre de Jesús, dijo que fueron desesperantes los días en las que se realizaban las labores de búsqueda de su vástago, agradeció a los pobladores, autoridades y rescatistas que trabajaron incansablemente por encontrar el cuerpo para entregarlo a sus familiares y puedan darle cristiana sepultura.

El padre del estudiante narró que desde el domingo hasta el miércoles vivieron una verdadera solidaridad, porque a la búsqueda de Jesús se unieron los pescadores artesanales, rescatistas y los habitantes de los poblados cercanos. No gastaron un solo centavo para el combustible de las lanchas porque fue donado por un vocal de la Junta Parroquial de Canoa.

Resignación

Mientras rodaban sus lágrimas por las mejillas de su piel arrugada por el paso de los años, Blanca Viera, abuela de Jesús, daba gracias a Dios porque pudieron recuperar el cuerpo de su nieto, pensó que no le iban a encontrar porque los días pasaban y no tenían respuestas.

Entre lágrimas comentó que su nieto estaba para graduarse pero por los avatares del destino se truncó el alcanzar esa meta y hoy solo pueden recordarle como un joven educado, que le gustaba llevarse con todos los vecinos, siempre les saludaba cuando les encontraba en la calle y era respetuoso.

Luis Jácome, abuelo de Jesús, aún recuerda que cuando su nieto salió de la casa rumbo al punto de encuentro con sus compañeros le pidió la bendición y le dijo “papito me voy de paseo” don Luis le pidió que se cuide, su nieto respondió con un abrazo fuerte y lágrimas, le dijo: “papito me voy y si Dios quiere el domingo volveré” al recordar estas últimas palabras el abuelo no pudo esconder las lágrimas por el inmenso dolor de perder un nieto.

Solidaridad

Gonzalo Espín, presidente de la junta parroquial de San José de Poaló, se solidarizó con los familiares, lamentó como Autoridad que un joven de la parroquia haya fallecido trágicamente, dijo que es difícil el momento pero los familiares deben tomar en cuenta que quienes se quedan aquí deben seguir adelante como a él le hubiera gustado.

Desde la Junta Parroquial prestaron el coliseo para que se realice el velorio en el lugar, por la cantidad de gente que asistió a dar el último adiós al estudiante, lo acompañaron desde la madrugada hasta la hora de su sepelio.

Acciones

Richard Hernández, vocal de la Junta Parroquial de Canoa, manifestó que aunque no se conocían les ayudaron, porque somos padres y a cualquiera le podría tocar vivir ese amargo momento de perder un hijo, dijo que la familia y los profesores nunca estuvieron solos siempre estuvieron acompañados por las autoridades, pescadores y rescatistas.

Para el Vocal, la muerte de Jesús deja un aprendizaje a todos y como autoridades tomarán las acciones necesarias para que se ubique la señalética necesaria y una torre salva vidas, con la finalidad de que no se pierdan más vidas.

Los hechos

El domingo, tres estudiantes ingresaron al mar, fueron alcanzados por una fuerte corriente, dos jóvenes lograron salir con vida y Jesús Quintana desapareció en el mar.

Después de 72 horas fue encontrado a 10 kilómetros al norte de Canoa en medio de unas rocas, con este hallazgo finalizó la angustiosa búsqueda. (MCH)

Aquí no hay culpables, dios quiso que sean así las cosas y ante dios no podemos hacer nada” .

Gonzalo Quintana
padre del estudiante