Comerciantes de todas partes salieron al desfile de Latacunga

VENTAS. Los comerciantes recorrieron las calles para ofrecer sus productos.
VENTAS. Los comerciantes recorrieron las calles para ofrecer sus productos.

Sombreros, gafas, paraguas, sillas y diferentes tipos de comidas y dulces se vendieron durante la mañana del desfile. Algunos comerciantes decidieron recorrer las calles aledañas al evento para poder comercializar sus productos y otros se instalaron en calles estratégicas.

El sol de la mañana ayudó para la venta de los líquidos, granizados, helados, paraguas y sombreros.

María Vega, comerciante de jugos y de cereales, se instaló en la avenida Unidad Nacional, casi al inicio del desfile, con su hijo en la espalda y sus dos carretas de productos llamaba a los clientes para que ‘le hagan el gasto’.

Esta mujer llegó desde San Felipe, tiene 35 años y 7 hijos, con su esposo salieron ayer para ver si ganaban algo más de los que usualmente venden.

Hasta cerca del mediodía, todavía no vendía 20 vasos, preparó jugo para unos 40 o 50 vasos. Cada uno cuesta 50 centavos.

Ana Chugchilán, comerciante de Latacunga, salió con su carro donde vende mangos, maracuyá y limón, invirtió 20 dólares y esperaba ganar unos 10 para la colación de sus hijos de esta semana. A diario vende en las afueras de una Universidad y ayer esperaba ganarse unos dólares extras.

Sin embargo, hasta el mediodía, dijo que todavía no había vendido la mayor parte y al desfile le quedaba una hora y media.

Para los comerciantes de paraguas, la venta no fue la mejor, sí había sol, pero mucha gente salió con sus implementos. El paraguas grande costaba 4 dólares y el pequeño 3, hasta las 11:00 Ana Guevara vendió cuatro paraguas.

Luis Panchi, llegó desde Patután con sus granizados, esperaba vender unos 30 dólares, aunque aseguró que las ventas ya no son como antes, porque ahora llegan comerciantes de diferentes ciudades del país, y hay más oferta y la demanda no es grande.

Para Luis Ilaquiche comerciante de sombreros, sí fue un buen día, el sol de la mañana acompañó a su venta, lo que no sucedió con José Yuquillema, un comerciante de gafas, que llegó desde Quito y ya cerca del mediodía vendió solo dos gafas.

Durante el recorrido del desfile los comerciantes, especialmente de snacks y de burbujas recorrieron las calles, los que tenían carros o puestos se ubicaron en las calles aledañas. (VHG)