Escoger una carrera se convierte en todo un dilema, al poner en consideración que hay muchos factores para tomar en cuenta.
¿Cómo elegir la mejor carrera? ¿Hay profesiones más importantes que otras? ¿Lo que quiero estudiar me gustará? Estas y otras interrogantes aparecen en la mente de los estudiantes de bachillerato o incluso en personas que ya iniciaron una carrera universitaria.
Pero hay algo que actualmente hace mella en la mente de muchos jóvenes y padres, al momento de elegir una profesión que terminará de moldear el carácter y la vida de una persona; se trata de las necesidades sociales que evolucionan vertiginosamente en la misma medida que avanzan los recursos tecnológicos.
En la actualidad, pareciera que ciertas carreras pudieran ser más importantes o competentes que otras, es por eso que padres como Pablo Albán, propietario de un restaurante en Carcelén Alto, asegura que su hijo de 17 años estudiará una carrera que tenga que ver con las finanzas, las ventas o la tecnología “porque son el negocio que está dando”.
Esta visión se contrapone con la de académicos que aseguran que el verdadero asunto no radica en escoger una u otra profesión, pues no existen carreras “buenas o malas”, sino más bien tomar en cuenta las estrategias, competencias, creatividad e incluso la pasión con las que se asuma la profesión escogida.
Los expertos Xavier Granja, director de la escuela de Diseño Fotográfico del Instituto Metropolitano; José Juncosa, vicerrector de la Universidad Politécnica Salesiana; Gwen Bloomsburg, directora de Efectividad Institucional de la Universida de Las Américas y Henry Pineda, profesor de la escuela de Publicidad de la Universidad Técnica del Norte, dieron sus sugerencias. (VS)
¿Qué hacer cuando sientes haber elegido una carrera equivocada? Por experiencia personal, Pineda asegura que lo ideal es retirarse y empezar otra que comulgue más con los verdaderos deseos.
El especialista de la fotografía recuerda que toda profesión tiene relevancia social y que todo depende de estar en constante aprendizaje, pues el conocimiento es sempiterno y se obtiene tanto de la experiencia como de la lectura.
Los jóvenes están a merced de una realidad que los empuja a consumir todo tipo de tecnología, por lo que entramos en una era de nativos digitales, donde las tareas más complejas pueden volverse sencillas. Granja exhorta a toda la población universitaria a utilizar esas competencias tecnológicas.
Es vital conjugar cualquier carrera con las nuevas tecnologías, según Xavier Granja, pues estas hacen ver desde un enfoque contemporáneo las profesiones más tradicionales; como el Diseño fotográfico.
Henry Pineda indica que una de las mejores maneras de decidir sobre una carrera es por medio de la investigación; conocer la duración, el perfil, el campo laboral, entre otros.
Gwen Bloomsburg recomienda a la población estudiantil que no concentren sus decisiones en una u otra carrera por su funcionalidad en base a sus necesidades actuales, sino que proyecten esos deseos a futuro, pensando sus motivaciones para crear, ayudar, descubrir y solucionar situaciones, entre otros.
En el caso de quienes decidieron terminar una carrera que al final no resultó ser lo que soñaban, la recomendación de los expertos es ser creativo y buscar un punto en el que sí se sientan cómodos. Hacer cursos extras o especialidades en ramas afines a dicha carrera puede ser una opción.
Existen jóvenes y padres que consideran que la universidad está perdiendo vigencia, pues sostienen que actualmente hay mejores formas de prepararse. Pineda responde que como sociedad aún estamos anclados a un sistema académico universitario, debido a que la universidad te da una experiencia más oportuna de lo que Internet puede ofrecer.
Juncosa refiere que decidirse por una carrera amerita tomar en cuenta varias consideraciones, amén del mercado laboral. Pues una de las cosas más relevantes en su experiencia para formar profesionales entregados, es estudiar una carrera que satisfaga sus búsquedas personales.
Juncosa asegura que la universidad está ajustando su campo de acción en base a las nuevas tecnologías. Es por eso que aconseja seguir viendo la relevancia universitaria, en la medida que asegura que esta le da competencias y un esquema mental y de trabajo a todo estudiante para enfrentarse a cualquier mercado.
Juncosa advierte un hecho importante, y es que un título universitario no garantiza un trabajo en el mercado, sino que todo depende de la creatividad y emprendimiento con los que toda persona asuma lo que estudió y se posicione como un recurso humano competente en diferentes aspectos.