Las muertes de personajes históricos recuerdan que, aunque algunos sean considerados como personas de ‘sangre azul’ o ‘dioses’ en la vida, el final alcanza a todos y, en muchos casos, de la manera más extraña e inverosímil que se pueda imaginar.
Si no lo crees, entonces echa un vistazo al siguiente listado que entrega el portal web okdiario.com.
A pedradas
Entre las muertes curiosas de personajes históricos, se puede recordar a Enrique I de Castilla. Este monarca perdió su vida por una pedrada mientras jugaba con amigos. La ‘sangre azul’ no le sirvió de nada en este caso.
No hizo caso
El sabio Arquímedes también perdió la vida de la manera más absurda. Pese a su inteligencia y capacidad, su insistencia ante un soldado romano para que no pisara unos dibujos científicos frescos en la playa, acabaron con la paciencia de su enemigo, quien decidió atravesarlo con su espada.
Por rabia
Alejandro I de Grecia fue otro de los monarcas que demostró que todos tenemos la misma sangre, más allá de la cuna de nacimiento.
Y es que, su mascota, un mono, al morderle, le transmitió la rabia y acabó con su vida.
Una tortuga encima
Esquilo fue uno de los grandes dramaturgos de la antigua Grecia. De la misma forma que pasó en muchas de sus obras, el destino trágico acabó con su vida cuando un águila dejó caer una tortuga que cayó sobre él, matándolo.
El chal tuvo la culpa
Tampoco le fue tan bien que se diga a Isadora Duncan, la famosa bailarina norteamericana.
Subida en su carro, su echarpe (chal) quedó enganchado a la rueda del vehículo, provocándole una fractura de cervicales, que le llevaría a la muerte.