“Dentro de la parte antropológica y dogmática, el sincretismo es el intento de conciliar dos creencias o dos formas de concebir la religión y la vida, unificándolas para poder tener una experiencia diferente de Dios”, explica el padre Mario Ramos, viceparroco de la parroquia Lumbisí.
Señala que el sincretismo religioso está muy latente en América. Un claro ejemplo es la doctrina popular, que es una mezcla de tradiciones, en la cual están presentes los componentes étnicos y la experiencia propia de la fe cristiana.
Una de las celebraciones que denotan claramente este intercambio y unión cultura, es la conmemoración católica del Corpus Christi, que sirvió como un instrumento de evangelización de los colonizadores españoles, pues conservó algunos elementos de los pueblos indígenas, como el culto al Sol, más conocido como el Inti Raymi.
Severino Sharupi, exdirigente de la Confederación Nacional de Indígenas del Ecuador (Conaie), menciona que el Corpus tiene marcadas semejanzas con el Raymi (fiesta de la cosecha), ya que ambas están basadas en acontecimientos universales. Es por eso que inclusive se festejan en fechas similares.
“El Corpus Christi mantiene solemnidades en las danzas, representaciones y cantares; demostrando la exuberancia ornamental del arte autóctono que se plasmó sobre la religión cristiana”, comenta Sharupi. Reitera que tradiciones como la danza y la música también fueron cristianizadas con el fin de que dejaran de ser paganas. Sin embargo, los colonizadores no lograron convertirlas, sino que las insertaron a sus doctrinas. “El sincretismo es una muestra de la resistencia de los pueblos”, añade.
Ramos califica estos hechos como una mezcla en donde la gente experimenta su propia fe con elementos propios de su cultura, que la iglesia usa para iniciar los procesos de evangelización que han sido evidentes a los largo del tiempo.
Desde el arte
Ramos afirma que el sincretismo se puede visualizar también en el arte. “Esto es muy evidente, por ejemplo, en las primeras obras de la Colonia. En la escuela Quiteña se observa esto”.
Las pinturas de la etapa colonial contienen los retratos de vírgenes junto a elementos naturales como el Sol, las montañas y la tierra.
Ximena Carcelén, curadora de la exhibición ‘Salve Regina: Advocaciones Marianas de la Real Audiencia’, cuenta que, según los registros históricos, el 90% de los cuadros religiosos de aquella época (siglo XVI) fueron hechos por manos indígenas.
Conservar rasgos
En la nueva enseñanza, se sostiene la idea de inculturar (armonización con los cultos) el evangelio.
EL DATO
La palabra sincretismo proviene del griego ‘synkretismos’, que está compuesto por ‘syn-‘ (con), ‘kriti’ (cretense) e ‘-ismo’ (doctrina). “El proceso de presentación de la fe católica toma muchos elementos autóctonos que suelen compaginarse perfectamente con el cristianismo.
El sacerdote agrega que, desde los valores propios, se trata de descubrir puntos comunes, para así llegar con “la Palabra de Dios” a otros pueblos.
“No se trata de anular las creencias ancestrales de los pueblos, porque eso seria verla como un elemento inferior”. (AVV)
No solo en América
° En América y África, contenientes donde han sido comunes los procesos de colonización occidental sobre las doctrinas locales y las culturas, existen numerosos ejemplos de sincretismo religioso, como el vudú haitiano, la macumba, el candomblé brasileño o el kimbangüismo africano.
En Guatemala, la Iglesia de Santo Tomás de Chichicastenango es uno de los pocos templos católicos del mundo en cuyo interior y exterior se permiten los ritos de otra religión: la antigua religión maya. La creencia popular dice que a mediados de 1800 el padre Ximénez encontró en el interior del templo el manuscrito del ‘Popol Vuh’, la biblia maya, y lo leyó dentro de la iglesia. Desde aquel momento, los indígenas practican el sincretismo entre el culto católico y el culto maya, realizado por varios oficiantes que emplean velas de colores, incienso, humo, aguardiente y pétalos de flores durante las celebraciones religiosas.