El IEES

PATRICIO CÓRDOVA CEPEDA

Especial preocupación despierta la suerte y funcionamiento del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, tanto porque es parte de los sectores estratégicos del país cuanto porque la seguridad social es un derecho ciudadano y una garantía que debe proporcionar de manera responsable el Estado. Las quejas van en aumento y si bien no existe un pronunciamiento objetivo, real, preciso, de las autoridades para conocer su verdadera situación, los usuarios reclaman servicios, mejor atención, medicinas, jubilaciones, programas de beneficio para los aportantes.

Es apremiante un informe oficial, debidamente avalado por el sector de afiliados y jubilados, así como por las diferentes organizaciones sociales y los organismos de defensa de los derechos humanos, entre ellos la Defensoría del Pueblo y Participación Ciudadana, para no seguir en lamentos, incertidumbre, sufrimiento y desconcierto, y buscar lo que sea necesario, en conjunto, para que prevalezcan los derechos de los auténticos propietarios del IESS.

Cuando fui asambleísta constituyente, defendí conjuntamente con los trabajadores y organizaciones, la no privatización de la seguridad social, me opuse al intento de entregar a manos privadas al IESS, al considerar, por convicción, que este tipo de servicios deben ser públicos, de competencia estatal, pero como es obvio con total transparencia, honestidad, capacidad, eficacia y eficiencia. Se dice que en la actualidad no se cuentan con los recursos económicos para proveer de los servicios al afiliado, que día a día las cosas se complican, incluyendo el presupuesto para una adecuada alimentación de los enfermos internados, que los turnos para atención médica se señalan para meses y meses lejanos, cuando las dolencias o malestares no esperan y aquello es más apremiante según avanza nuestra edad, qué el laboratorio no cuenta con los reactivos básicos.

Es urgente una explicación oficial y que nos digan qué mismo sucede, porque los aportes los cumplimos puntualmente.