Bolivia

LIBER ANDRADE SALAZAR

Atención señor Lenín Moreno y Ecuador, en Bolivia si se produjo un Golpe de Estado ejecutado por la Fuerza Pública por disposición de sectores oligárquicos bolivianos, Fondo Monetario Internacional y grandes empresas gringas dedicadas a explotar el cobre, plata, estaño que en la época de Evo no les permitió su explotación; y, ante la presión Evo deja el poder porque vuelva la paz social y no porque se lo acuse de mafioso, corrupto o sumir a su pueblo en pobreza. Si habría un error de sus asesores y consejeros políticos como de Evo de perpetuarse en el poder y no dar paso a la alternabilidad, que es en sí el desencadenante de las acciones, movilizaciones y acciones vandálicas por más de 20 días empujadas y sostenidas por los sectores oligárquicos indicados y que culminan con la renuncia a la Presidencia.

En pleno siglo 21 donde nos jactamos de una democracia globalizada con derechos humanos holísticos, en Bolivia se apreció en estos 20 días de reclamo “político-oligárquico” el racismo y odio a un segmento social mayoritario como son los hermanos indígenas bolivianos y no la posición política-ideológica de personas o movimientos políticos, ni sectores marginados. Eso es condenable.

Ojalá los pueblos bolivianos logren articular una agenda política y electoral, permitiendo que en un nuevo proceso electoral libre de atentados al voto popular se designe a los nuevos gobernantes que permitan seguir desarrollando democracia sustentado en valores como unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, transparencia solidaridad, reciprocidad, respeto y otros contenidos en el Art. 8 de su Constitución Política. Los pueblos de América del Sur necesitamos emprender por una agenda común en búsqueda del progreso de sus habitantes defendiendo sus recursos naturales que no los tienen las empresas estadounidenses o europeas.

[email protected]

LIBER ANDRADE SALAZAR

Atención señor Lenín Moreno y Ecuador, en Bolivia si se produjo un Golpe de Estado ejecutado por la Fuerza Pública por disposición de sectores oligárquicos bolivianos, Fondo Monetario Internacional y grandes empresas gringas dedicadas a explotar el cobre, plata, estaño que en la época de Evo no les permitió su explotación; y, ante la presión Evo deja el poder porque vuelva la paz social y no porque se lo acuse de mafioso, corrupto o sumir a su pueblo en pobreza. Si habría un error de sus asesores y consejeros políticos como de Evo de perpetuarse en el poder y no dar paso a la alternabilidad, que es en sí el desencadenante de las acciones, movilizaciones y acciones vandálicas por más de 20 días empujadas y sostenidas por los sectores oligárquicos indicados y que culminan con la renuncia a la Presidencia.

En pleno siglo 21 donde nos jactamos de una democracia globalizada con derechos humanos holísticos, en Bolivia se apreció en estos 20 días de reclamo “político-oligárquico” el racismo y odio a un segmento social mayoritario como son los hermanos indígenas bolivianos y no la posición política-ideológica de personas o movimientos políticos, ni sectores marginados. Eso es condenable.

Ojalá los pueblos bolivianos logren articular una agenda política y electoral, permitiendo que en un nuevo proceso electoral libre de atentados al voto popular se designe a los nuevos gobernantes que permitan seguir desarrollando democracia sustentado en valores como unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, transparencia solidaridad, reciprocidad, respeto y otros contenidos en el Art. 8 de su Constitución Política. Los pueblos de América del Sur necesitamos emprender por una agenda común en búsqueda del progreso de sus habitantes defendiendo sus recursos naturales que no los tienen las empresas estadounidenses o europeas.

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Atención señor Lenín Moreno y Ecuador, en Bolivia si se produjo un Golpe de Estado ejecutado por la Fuerza Pública por disposición de sectores oligárquicos bolivianos, Fondo Monetario Internacional y grandes empresas gringas dedicadas a explotar el cobre, plata, estaño que en la época de Evo no les permitió su explotación; y, ante la presión Evo deja el poder porque vuelva la paz social y no porque se lo acuse de mafioso, corrupto o sumir a su pueblo en pobreza. Si habría un error de sus asesores y consejeros políticos como de Evo de perpetuarse en el poder y no dar paso a la alternabilidad, que es en sí el desencadenante de las acciones, movilizaciones y acciones vandálicas por más de 20 días empujadas y sostenidas por los sectores oligárquicos indicados y que culminan con la renuncia a la Presidencia.

En pleno siglo 21 donde nos jactamos de una democracia globalizada con derechos humanos holísticos, en Bolivia se apreció en estos 20 días de reclamo “político-oligárquico” el racismo y odio a un segmento social mayoritario como son los hermanos indígenas bolivianos y no la posición política-ideológica de personas o movimientos políticos, ni sectores marginados. Eso es condenable.

Ojalá los pueblos bolivianos logren articular una agenda política y electoral, permitiendo que en un nuevo proceso electoral libre de atentados al voto popular se designe a los nuevos gobernantes que permitan seguir desarrollando democracia sustentado en valores como unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, transparencia solidaridad, reciprocidad, respeto y otros contenidos en el Art. 8 de su Constitución Política. Los pueblos de América del Sur necesitamos emprender por una agenda común en búsqueda del progreso de sus habitantes defendiendo sus recursos naturales que no los tienen las empresas estadounidenses o europeas.

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Atención señor Lenín Moreno y Ecuador, en Bolivia si se produjo un Golpe de Estado ejecutado por la Fuerza Pública por disposición de sectores oligárquicos bolivianos, Fondo Monetario Internacional y grandes empresas gringas dedicadas a explotar el cobre, plata, estaño que en la época de Evo no les permitió su explotación; y, ante la presión Evo deja el poder porque vuelva la paz social y no porque se lo acuse de mafioso, corrupto o sumir a su pueblo en pobreza. Si habría un error de sus asesores y consejeros políticos como de Evo de perpetuarse en el poder y no dar paso a la alternabilidad, que es en sí el desencadenante de las acciones, movilizaciones y acciones vandálicas por más de 20 días empujadas y sostenidas por los sectores oligárquicos indicados y que culminan con la renuncia a la Presidencia.

En pleno siglo 21 donde nos jactamos de una democracia globalizada con derechos humanos holísticos, en Bolivia se apreció en estos 20 días de reclamo “político-oligárquico” el racismo y odio a un segmento social mayoritario como son los hermanos indígenas bolivianos y no la posición política-ideológica de personas o movimientos políticos, ni sectores marginados. Eso es condenable.

Ojalá los pueblos bolivianos logren articular una agenda política y electoral, permitiendo que en un nuevo proceso electoral libre de atentados al voto popular se designe a los nuevos gobernantes que permitan seguir desarrollando democracia sustentado en valores como unidad, igualdad, inclusión, dignidad, libertad, transparencia solidaridad, reciprocidad, respeto y otros contenidos en el Art. 8 de su Constitución Política. Los pueblos de América del Sur necesitamos emprender por una agenda común en búsqueda del progreso de sus habitantes defendiendo sus recursos naturales que no los tienen las empresas estadounidenses o europeas.

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