Productores de papas aprenden lecciones

Oferta. Las papas han variado su precio con la plaga.
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Por lo que desde ese momento debieron iniciar las capacitaciones para conocer más sobre este problema que afecta completamente al producto y es nuevo en el país.

Juan Lomas, productor de papas en el sector de Salache, informó que sus cultivos se vieron afectados por esta enfermedad pero pudo controlarla a tiempo y aunque se perdieron varias hectáreas actualmente se recupera, “fue algo completamente nuevo para quienes trabajamos en el campo y lastimosamente se perdió mucho dinero por no saber trabajar este problema y combatirlo solo con la ayuda de agroquímicos”.

El productor destacó que esto indudablemente hizo que se incremente el precio de la papa pues nunca se ha dejado de vender y se ha tratado de cumplir con las ventas normales a todas las provincias.

Alexis Parreño, director provincial del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) explicó que este tema es muy sensible para la provincia, pues hay muchos pequeños productores, minifundios, gente que no ha tenido la oportunidad para acceder a la educación secundaria, tecnificada en colegios agropecuarios o superior; por ello no sabían cómo controlar este problema, “es importante la transferencia de tecnología para abordar esta problemática”.

Añadió que hay mucho liderazgo político y muy poco productivo por lo que se han conformado las asambleas para lograr el liderazgo en los cantones, las parroquias, los barrios y las comunas. “Son los productores quienes deben plantear su propuesta y buscar las soluciones coordinando con las instituciones”.

Uno de los factores que han notado que más problemas han generado en los productores es que se fumigaba de la forma tradicional, sin embargo este virus es transmitido por un mosquito que se aloja en la parte baja de la planta y en la parte trasera de las hojas por lo que se debe hacer una fumigación por todas las zonas de la planta.

Otro punto es el agua, ya que los agroquímicos están diseñados para funcionar en ciertas características del agua y las casas agro comerciales no dan estas recomendaciones solo los venden sin dar un diagnóstico real al productor.

El agua de Cotopaxi está medida en un ph de 8 puntos y los agroquímicos están hechos para funcionar con un ph de 5,5 a 6.

Adicional a esto, la dureza del agua de la provincia es muy alta por la cantidad de minerales, por lo que el agua debe recibir un proceso previo de neutralización para diluir el agroquímico.

Parreño acotó: “se dan las herramientas para que se pueda solucionar este problema y sobre todo se recomienda el uso de semilla sana, si no inician con buen material van a fracasar, que se aseguren de donde proviene el material de los trabajadores que vengan de lugares certificados y prueben la germinación de la papa”.

Hasta el momento está afectado el 70% de la producción, por lo que es normal que el precio varíe, pues este lo marca la oferta y la demanda.

En total, Cotopaxi cuenta con cerca de 5 mil hectáreas dedicadas a los cultivos de papas, 8 mil productores que trabajan en esta actividad. En el mercado cerrado el precio del quintal varía de acuerdo a la variedad: la leona blanca está a 30 dólares, la chola a 25 dólares la roja a 21 dólares, y la chaucha a 10.

Según Uvaldina Taipe, comerciante, los precios no están tan distintos en relación al año pasado y siempre cambian de acuerdo al clima. (NA)

Por lo que desde ese momento debieron iniciar las capacitaciones para conocer más sobre este problema que afecta completamente al producto y es nuevo en el país.

Juan Lomas, productor de papas en el sector de Salache, informó que sus cultivos se vieron afectados por esta enfermedad pero pudo controlarla a tiempo y aunque se perdieron varias hectáreas actualmente se recupera, “fue algo completamente nuevo para quienes trabajamos en el campo y lastimosamente se perdió mucho dinero por no saber trabajar este problema y combatirlo solo con la ayuda de agroquímicos”.

El productor destacó que esto indudablemente hizo que se incremente el precio de la papa pues nunca se ha dejado de vender y se ha tratado de cumplir con las ventas normales a todas las provincias.

Alexis Parreño, director provincial del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) explicó que este tema es muy sensible para la provincia, pues hay muchos pequeños productores, minifundios, gente que no ha tenido la oportunidad para acceder a la educación secundaria, tecnificada en colegios agropecuarios o superior; por ello no sabían cómo controlar este problema, “es importante la transferencia de tecnología para abordar esta problemática”.

Añadió que hay mucho liderazgo político y muy poco productivo por lo que se han conformado las asambleas para lograr el liderazgo en los cantones, las parroquias, los barrios y las comunas. “Son los productores quienes deben plantear su propuesta y buscar las soluciones coordinando con las instituciones”.

Uno de los factores que han notado que más problemas han generado en los productores es que se fumigaba de la forma tradicional, sin embargo este virus es transmitido por un mosquito que se aloja en la parte baja de la planta y en la parte trasera de las hojas por lo que se debe hacer una fumigación por todas las zonas de la planta.

Otro punto es el agua, ya que los agroquímicos están diseñados para funcionar en ciertas características del agua y las casas agro comerciales no dan estas recomendaciones solo los venden sin dar un diagnóstico real al productor.

El agua de Cotopaxi está medida en un ph de 8 puntos y los agroquímicos están hechos para funcionar con un ph de 5,5 a 6.

Adicional a esto, la dureza del agua de la provincia es muy alta por la cantidad de minerales, por lo que el agua debe recibir un proceso previo de neutralización para diluir el agroquímico.

Parreño acotó: “se dan las herramientas para que se pueda solucionar este problema y sobre todo se recomienda el uso de semilla sana, si no inician con buen material van a fracasar, que se aseguren de donde proviene el material de los trabajadores que vengan de lugares certificados y prueben la germinación de la papa”.

Hasta el momento está afectado el 70% de la producción, por lo que es normal que el precio varíe, pues este lo marca la oferta y la demanda.

En total, Cotopaxi cuenta con cerca de 5 mil hectáreas dedicadas a los cultivos de papas, 8 mil productores que trabajan en esta actividad. En el mercado cerrado el precio del quintal varía de acuerdo a la variedad: la leona blanca está a 30 dólares, la chola a 25 dólares la roja a 21 dólares, y la chaucha a 10.

Según Uvaldina Taipe, comerciante, los precios no están tan distintos en relación al año pasado y siempre cambian de acuerdo al clima. (NA)

Por lo que desde ese momento debieron iniciar las capacitaciones para conocer más sobre este problema que afecta completamente al producto y es nuevo en el país.

Juan Lomas, productor de papas en el sector de Salache, informó que sus cultivos se vieron afectados por esta enfermedad pero pudo controlarla a tiempo y aunque se perdieron varias hectáreas actualmente se recupera, “fue algo completamente nuevo para quienes trabajamos en el campo y lastimosamente se perdió mucho dinero por no saber trabajar este problema y combatirlo solo con la ayuda de agroquímicos”.

El productor destacó que esto indudablemente hizo que se incremente el precio de la papa pues nunca se ha dejado de vender y se ha tratado de cumplir con las ventas normales a todas las provincias.

Alexis Parreño, director provincial del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) explicó que este tema es muy sensible para la provincia, pues hay muchos pequeños productores, minifundios, gente que no ha tenido la oportunidad para acceder a la educación secundaria, tecnificada en colegios agropecuarios o superior; por ello no sabían cómo controlar este problema, “es importante la transferencia de tecnología para abordar esta problemática”.

Añadió que hay mucho liderazgo político y muy poco productivo por lo que se han conformado las asambleas para lograr el liderazgo en los cantones, las parroquias, los barrios y las comunas. “Son los productores quienes deben plantear su propuesta y buscar las soluciones coordinando con las instituciones”.

Uno de los factores que han notado que más problemas han generado en los productores es que se fumigaba de la forma tradicional, sin embargo este virus es transmitido por un mosquito que se aloja en la parte baja de la planta y en la parte trasera de las hojas por lo que se debe hacer una fumigación por todas las zonas de la planta.

Otro punto es el agua, ya que los agroquímicos están diseñados para funcionar en ciertas características del agua y las casas agro comerciales no dan estas recomendaciones solo los venden sin dar un diagnóstico real al productor.

El agua de Cotopaxi está medida en un ph de 8 puntos y los agroquímicos están hechos para funcionar con un ph de 5,5 a 6.

Adicional a esto, la dureza del agua de la provincia es muy alta por la cantidad de minerales, por lo que el agua debe recibir un proceso previo de neutralización para diluir el agroquímico.

Parreño acotó: “se dan las herramientas para que se pueda solucionar este problema y sobre todo se recomienda el uso de semilla sana, si no inician con buen material van a fracasar, que se aseguren de donde proviene el material de los trabajadores que vengan de lugares certificados y prueben la germinación de la papa”.

Hasta el momento está afectado el 70% de la producción, por lo que es normal que el precio varíe, pues este lo marca la oferta y la demanda.

En total, Cotopaxi cuenta con cerca de 5 mil hectáreas dedicadas a los cultivos de papas, 8 mil productores que trabajan en esta actividad. En el mercado cerrado el precio del quintal varía de acuerdo a la variedad: la leona blanca está a 30 dólares, la chola a 25 dólares la roja a 21 dólares, y la chaucha a 10.

Según Uvaldina Taipe, comerciante, los precios no están tan distintos en relación al año pasado y siempre cambian de acuerdo al clima. (NA)

Por lo que desde ese momento debieron iniciar las capacitaciones para conocer más sobre este problema que afecta completamente al producto y es nuevo en el país.

Juan Lomas, productor de papas en el sector de Salache, informó que sus cultivos se vieron afectados por esta enfermedad pero pudo controlarla a tiempo y aunque se perdieron varias hectáreas actualmente se recupera, “fue algo completamente nuevo para quienes trabajamos en el campo y lastimosamente se perdió mucho dinero por no saber trabajar este problema y combatirlo solo con la ayuda de agroquímicos”.

El productor destacó que esto indudablemente hizo que se incremente el precio de la papa pues nunca se ha dejado de vender y se ha tratado de cumplir con las ventas normales a todas las provincias.

Alexis Parreño, director provincial del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) explicó que este tema es muy sensible para la provincia, pues hay muchos pequeños productores, minifundios, gente que no ha tenido la oportunidad para acceder a la educación secundaria, tecnificada en colegios agropecuarios o superior; por ello no sabían cómo controlar este problema, “es importante la transferencia de tecnología para abordar esta problemática”.

Añadió que hay mucho liderazgo político y muy poco productivo por lo que se han conformado las asambleas para lograr el liderazgo en los cantones, las parroquias, los barrios y las comunas. “Son los productores quienes deben plantear su propuesta y buscar las soluciones coordinando con las instituciones”.

Uno de los factores que han notado que más problemas han generado en los productores es que se fumigaba de la forma tradicional, sin embargo este virus es transmitido por un mosquito que se aloja en la parte baja de la planta y en la parte trasera de las hojas por lo que se debe hacer una fumigación por todas las zonas de la planta.

Otro punto es el agua, ya que los agroquímicos están diseñados para funcionar en ciertas características del agua y las casas agro comerciales no dan estas recomendaciones solo los venden sin dar un diagnóstico real al productor.

El agua de Cotopaxi está medida en un ph de 8 puntos y los agroquímicos están hechos para funcionar con un ph de 5,5 a 6.

Adicional a esto, la dureza del agua de la provincia es muy alta por la cantidad de minerales, por lo que el agua debe recibir un proceso previo de neutralización para diluir el agroquímico.

Parreño acotó: “se dan las herramientas para que se pueda solucionar este problema y sobre todo se recomienda el uso de semilla sana, si no inician con buen material van a fracasar, que se aseguren de donde proviene el material de los trabajadores que vengan de lugares certificados y prueben la germinación de la papa”.

Hasta el momento está afectado el 70% de la producción, por lo que es normal que el precio varíe, pues este lo marca la oferta y la demanda.

En total, Cotopaxi cuenta con cerca de 5 mil hectáreas dedicadas a los cultivos de papas, 8 mil productores que trabajan en esta actividad. En el mercado cerrado el precio del quintal varía de acuerdo a la variedad: la leona blanca está a 30 dólares, la chola a 25 dólares la roja a 21 dólares, y la chaucha a 10.

Según Uvaldina Taipe, comerciante, los precios no están tan distintos en relación al año pasado y siempre cambian de acuerdo al clima. (NA)