Con los respectivos honores policiales, la mañana de ayer fue enterrado en el cementerio general del cantón Quinindé, el gendarme en servicio activo Lenin Olivo Macías, de 33 años, a quien la muerte lo sorprendió la noche del domingo último, mientras dormía en el departamento que alquilaba en la ciudad de Cuenca, provincia del Azuay, producto de un paro cardiaco.
El uniformado quien estuvo de servicio hasta hace dos semanas atrás en el cantón La Concordia, fue trasladado a la capital azuaya donde cumplía labores administrativas en la cárcel de Turi.
“El compañero Olivo estuvo de servicio por más de cuatro años en La Concordia, hace pocos días le llegó el pase para ir a laborar a Cuenca, se despidió de todos con alegría y optimismo porque dijo que en seis meses estaría de regreso; es una pena lo ocurrido, fue un gran policía”, dijo uno de los oficiales que labora en ese cantón.
Esposa embarazada
Después de su muerte, el cuerpo del uniformado fue trasladado de Cuenca al cantón Quinindé, de donde era oriundo, el velatorio se realizó en la casa de su padre el conocido docente quinideño Pedro Olivo, ubicada en el barrio ‘El Paraíso’.
Ayer el féretro fue trasladado por sus compañeros de la institución policial a la Iglesia ‘Sagrado Corazón’, en donde se ofició una misa de cuerpo presente, previo al acto de sepultura en el cementerio municipal de Quinindé.
Lenin Olivo Macías, estuvo 15 años en la Policía Nacional, tenía el grado de cabo primero; estuvo casado y era padre de dos hijos menores de edad, su esposa está embarazada de su tercer hijo. (JAR)