Demoler casas obsoletas, pero ya

ATILIO RUGEL ALBÁN

Las personas de cualquier lugar del Universo dentro de la cultura obtenida en aulas, libros y viajes, deben establecer un balance de las etapas buenas y no agradables para resolver conflictos que podemos evitar si actuamos con decisión. Voy a referirme al sector del Malecón y calle Bolívar entre las transversales Piedrahita y Salinas. Todos los nacidos en el cantón Esmeraldas y quienes nos visitan, observan la vetustez de casas que despreocupadas autoridades en más de cinco décadas, el tiempo las ha destruido y creo que algunas de ellas pasan de 150 años que hoy son criaderos de roedores, cucarachas, alacranes y toda clase de insectos perturbadores de la salud.

Desconocemos con qué mentalidad se han mantenido estas construcciones bajo el pretexto “de que son parte del patrimonio cultural del pasado” a las que hay que renovarlas y cambiarles su presentación. Si esa ha sido la consigna ¿por qué entonces no se ha procedido y en cambio ellas constituyen? “un monumento a la desidia” que puede cuando menos pensemos provocar un flagelo similar al de Barrio Caliente que arrasó con más de 10 manzanas, incendio que se inició en la Alfaro y Salinas y abarcó hasta las calles Sucre y Calderón. ¿O es que esperamos que se repita la historia cuando sabemos que tenemos un Cuerpo de Bomberos al que le falta mucho y todavía seguimos padeciendo el problema de abastecimiento de agua en algunos sectores de la ciudad?

¿Acaso no acabamos de pasar un gran susto hace un poco más de dos años de lo que pasó en la calle Bolívar entre Cañizares y Mejía, donde la mano divina nos liberó de un flagelo que pudo ser mayor? Todos sabemos la influencia de la fuerza del viento cuando sube la marea que alimenta la combustión, porque hay un callejón libre y que no detiene al viento. ¿Acaso no estamos conscientes que los sectores a los que me refiero la mayor parte son de construcción mixta y en esos lugares pululan adictos al alcohol que pueden lanzar una colilla de cigarrillo y originar el fuego; mucho peor si es por la noche donde los portales sirven de refugio para reposar? Parece que a nadie le importara el serio problema que estamos analizando, porque los días, meses y años transcurren con una ceguera que nos asusta.

Es que estamos acostumbrados a que sucedan las cosas para luego lamentarnos, pedir ayuda y recurrir a medidas dolorosas para solventar en algo lo que pudo evitarse. Estamos en el tiempo y momento oportuno para hacer correctivos y nuestras autoridades enfocar su visión en lo que pueda suceder.