Neo cruzados de izquierda

Manuel Castro

En pleno siglo XXI, con inocencia o cinismo, nuestra izquierda (políticos, periodistas, radiodifusores, analistas entusiastas de la izquierda) cual nuevos cruzados impugnan escandalizados los resultados electorales en Brasil.

Califican a Jair Bolsonaro como fascista, totalitario, homofóbico, racista etc., antes de que este gane definitivamente las elecciones presidenciales y lo ridículo antes que gobierne, si es que así lo decide el pueblo brasileño, que si no nos equivocamos es a quien le corresponde designar sus gobernantes.

Tales izquierdistas-cruzados no admiten que el controvertido señor Bolsonaro pueda ser un buen gobernante, o mejor dicho no quieren que lo sea, pues anteponen sus ideas socialistas al no aceptar que un político que no les gusta tenga éxito y lo importante que al gran Brasil le vaya bien.

Cuando demuestran su simpatía -que nadie les ha pedido- por el contendiente Fernando Haddad. Olvidan que es representante del fracasado socialismo del siglo XXI. Cierran los ojos, por su dogmatismo ideológico, a lo que sucede en la Venezuela de Nicolás Maduro, donde un opositor político preso “dizque” se suicida; olvidan los crímenes diarios en la Nicaragua de Daniel Ortega, el manejo antidemocrático en la Bolivia de Evo Morales y que Cuba la bella no lo es tanto gracias a los hermanos Castro.

No admiten tales cruzados del siglo XXI que los resultados electorales en Brasil son efecto de la corrupción de Lula, de los abusos de Dilma. Esta dogmática izquierda considera que si no triunfan sus ideas populistas o marxistas, no tienen valor otras posiciones.

Tales neo cruzados afirman que Bolsonaro no respetará la democracia. Es decir, son brujos del siglo XXI con actitudes del siglo X.

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