En diciembre llueve

MA. ALEJANDRA SALAZAR MURRIETA

A propósito de la lluvia del jueves de esta semana, leía un titular de prensa que enunciaba: ‘Torrencial aguacero sorprende a los esmeraldeños’; de ser cierto esto, me asombra que los esmeraldeños no sepamos o no tengamos en cuenta que en diciembre generalmente llueve, porque es en este mes que empieza la estación invernal.

Lo que sí me causó sorpresa es lo poco preparada que está la ciudad ante la llegada de las lluvias, porque en tan solo un par de horas, bien pudimos cambiar la denominación de ‘tierra verde’ a ‘los ríos’.

De cara a la llegada del invierno, hace un par de semanas se conoció que en una zona de la ciudad, se realizó la limpieza de drenajes para evitar el taponamiento. Lo encontrado allí fue deplorable, cientos de objetos obstruían ese drenaje. Es cierto que, en este punto, es menester prepararse para que la ciudad pueda soportar un fuerte temporal, pero no es lógico que las primeras lluvias nos pongan a correr y caoticen la ciudad.

No es novedad que la mayoría de las inundaciones son provocadas por la basura que tiramos todos los días y contaminan los drenajes; qué podemos esperar si a diario vemos cómo cada uno se deshace de aquello que le sobra de una compra, en la calle. ¿A dónde creemos que van a parar las fundas, las envolturas de caramelos, las tarrinas y las botellas que solemos ver rodando por el suelo? No nos hagamos los sorprendidos luego al ver las calles y avenidas convertidas en verdaderos ríos.

Es por eso por lo que siempre debemos tener en mente, que nuestras acciones, por grandes o pequeñas que sean, siempre contribuyen al estado de nuestro entorno, un claro ejemplo de ello es lo que hacemos o podríamos hacer para evitar este problema; pues, no podemos evitar que llueva, pero sí podemos, con nuestras acciones responsables, evitar que esto se convierta en un suplicio que lamentablemente nos perjudica a todos.

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