La tragedia bajó a Conocoto subida en un bus intercantonal

MUERTE. Los cadáveres permanecieron junto al bus donde viajaban minutos antes del siniestro.
MUERTE. Los cadáveres permanecieron junto al bus donde viajaban minutos antes del siniestro.

QUITO

La muerte ‘viajó’ como la ‘pasajera’ inesperada en la unidad de disco 51 de la cooperativa de Transporte Interparroquial Los Chillos.

Cinco personas perdieron la vida en el siniestro que además dejó como saldo 31 heridos en un accidente que ocurrió a eso de las 07:15 de ayer, en la avenida Princesa Toa, en dicha parroquia del suroriente de la capital.

Cuatro fallecieron al instante, mientras que el quinto deceso se confirmó pasado el mediodía en el hospital Eugenio Espejo.

En la escena el cuadro era devastador. Personas al borde del desmayo les costaba mantenerse en pie y, ayudados por familiares, se desvanecían sobre las veredas tras confirmar que dentro de unas bolsas negras de la Policía estaban los cuerpos de sus seres amados.

Bus descontrolado

La gente solidaria intentaba calmarlos dándoles un sorbo de agua, pero los deudos solo tenían fuerzas para preguntar: “¿Por qué?”, alzando su rostro al cielo.

La tragedia ocurrió en la urbanización 6 de Diciembre. Policías y socorristas intentaban calmar a la desconsolada gente, pero el golpe de la pérdida pudo más que la buena voluntad.

Todas las mañanas, Lilia Chacón acostumbra a caminar por la empinada cuesta para hacer ejercicio aprovechando que deja a su hija en la escuela. La mujer de 45 años fue testigo presencial del hecho y describió el angustioso momento.

“Yo vi que el bus bajaba llevándose a todos los carros que estaban delante. Luego se estrelló con los dos postes y sonó como que explotó”, dijo.

Tras el devastador trayecto, el pesado automotor terminó volcándose sobre su costado izquierdo y estrellándose, además, contra el cerramiento de un conjunto habitacional. Los parabrisas quedaron trizados, igual que los ventanales. Los sobrevivientes salieron por donde más podían.

Posibles causas

Chacón representó para ellos la única luz de esperanza en el agónico momento. “La gente me pedía que les ayudara, yo solamente les podía decir que ya llamé a los bomberos y que estén tranquilos”, contó la dama. En el empinado descenso, el bus intercantonal se llevó consigo cinco vehículos pequeños.

Wilson Arellano, propietario de una camioneta doble cabina negra afectada, narró que vio por el retrovisor cómo la unidad de transporte se llevaba otros carros que estaban atrás suyo. Él intentó evitar el golpe, pero también fue afectado.

Cree que el conductor se quedó sin frenos y buscaba algo que logre detener la velocidad con la que bajaba. Incluso intentó meterse en un terreno, pero por no chocar de frente con otro carro que subía por la carretera hasta volcarse.

Ninguna autoridad quiso adelantarse a dar una hipótesis sobre las causas del siniestro, hasta no contar con un informe técnico del peritaje del bus.

Circulación restringida

La cooperativa estaba autorizada a cubrir la ruta Quitumbe-Sangolquí, pese a que al inicio de la vía, en la intersección con la avenida Ponce Enríquez, hay una señal de tránsito que restringe la circulación de vehículos pesados.

Sobre eso, Jorge Ramírez, coordinador general de Operaciones de la Agencia Metropolitana de Tránsito, dijo que la señalética impide el paso solo de volquetas, mulas, tractomulas que excedan el límite en espacio y longitud aptas para la vía.

Agregó que la empresa cuenta con los permisos para cubrir la ruta Quitumbe – Cotogchoa por esa carretera de una vía por sentido. (FLC)

PARA SABER

El bus accidentado tenía los documentos de revisión vehicular y matrícula en regla.