Cuando regresar a casa no es como lo esperaba

DECISIÓN. Mélida Simisterra decidió colocar sus prendas en exhibición, además, hizo público su número para la venta y fuente de financiamiento: 09 69 53 72 92.
DECISIÓN. Mélida Simisterra decidió colocar sus prendas en exhibición, además, hizo público su número para la venta y fuente de financiamiento: 09 69 53 72 92.

Los migrantes retornados a Esmeraldas piden ayuda gubernamental para reactivarse laboral y económicamente.

Y fue allá, en Palma de Mallorca-España, donde Jéssica Cruel supo lo que era trabajar y estar lejos de su mamá y su hija. Tenía 21 años, cero experiencia laboral y un sueño: tener una casa propia en Esmeraldas la tierra que la vio nacer hace 46 años. Y lo logró luego de 12 años de trabajo.

Jéssica, que ahora es catedrática universitaria, limpió casas, atención al cliente, vendió hamburguesas y lloró mucho. Un día su hija la sorprendió mientras estaban en un piso (cuarto) de España. “Mami, me quiero regresar”, le dijo la adolescente de 17 años.

La mujer también lo anhelaba y fue el pretexto para armar maletas y regresar al Ecuador, donde el expresidente, Rafael Correa, pregonaba que al migrante retornado se lo atendería bien para que emprendiera sus actividades en su tierra.

Se sienten engañados

“Las promesas fueron una mentira. El migrante necesita apoyo, pero es poco y casi nada el que recibe del Gobierno”, lo asegura sin dudar Jéssica, integrante de los migrantes retornados a Esmeraldas, quienes en las reuniones confirman lo dicho por ella.

Del grupo no es parte Mélida Simisterra, nacida en la parroquia Selva Alegre, cantón Eloy Alfaro, zona norte de Esmeraldas. Ella, en 1997, se fue a Suiza. Trabajó, se enamoró y se hizo diseñadora empírica de la alta costura, hasta que su esposo murió. Ese día, en 2017, pensó en volver a casa con las prendas elaboradas, las máquinas de coser y las de planchar que siguen con el plástico de embalaje que las embarcó en dos containers.

“Lo que deseo es ayudar y ayudarme. Con un préstamo o inversionista generaría fuentes de trabajo para personas que sepan coser”, relata sobre su meta empresarial con un acento trabado por el inglés desarrollado en los 10 años que estuvo fuera del Ecuador.

Mélida está convencida que otros retornados también esperan ayuda gubernamental. “No queremos regalo, sabemos trabajar, queremos apoyo laboral y económico”, aclara. Y en eso coincide Jéssica, quien creando el imaginario de ser la autoridad encargada de ayudar al retornado, aplicaría un plan que ronda por su memoria.

Mejorar políticas públicas

Asegura que aprovecharía la experiencia de los migrantes ganada en exterior para generar fuentes de trabajo, les otorgaría créditos con bajo interés y les incentivaría a realizar los mismos oficios que hicieron en otros países, pero perfeccionados. Enfatizaría en la importancia de estudiar, debido a que, basada en su vida, sabe que el estudio es la puerta de ingreso al éxito.

Jéssica Cruel, de rostro amigable y sonrisa coqueta, es frontal en pedirle al Gobierno central que mejore sus políticas públicas para los migrantes. “Cuando se regresa muchos están en cero, conozco de muchos que siguen desempleados, para ellos se necesita la ayuda”, pide la docente de la Universidad Técnica de Esmeraldas, Luis Vargas Torres.

Beneficios que otorga el Gobierno

Los ecuatorianos retornados desde 2007, podrán solicitar el certificado de migrante retornado para acceder a beneficios e incentivos, hasta el 31 de mayo de 2019.

La Ley Orgánica para el Fomento Productivo, Atracción de Inversiones, Generación de Empleo, Estabilidad y Equilibrio Fiscal, reformó la disposición transitoria quinta de la Ley Orgánica de Movilidad Humana, permitiendo ampliar el plazo para la obtención del documento.

La comunidad ecuatoriana tendrá acceso a los beneficios que le otorga la Ley en el territorio nacional, con excepción de los programas destinados al menaje de casa y repatriación de cadáveres o restos mortales, aclara el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana.