Familias damnificadas serán atendidas con servicios básicos

AMBIENTE. Los niños damnificados de las 50 Casas, que estuvieron albergados en la Isla Piedad, ahora juegan libres y alegres en el patio de su nuevo hogar, junto a la ciudadela Bendición de Dios.
AMBIENTE. Los niños damnificados de las 50 Casas, que estuvieron albergados en la Isla Piedad, ahora juegan libres y alegres en el patio de su nuevo hogar, junto a la ciudadela Bendición de Dios.

En horas de la tarde un tanquero de la empresa de Agua Potable los abastecería con el líquido vital.

Emocionada se observó la mañana de ayer a Alisson Scarlet Caicedo, de 7 años, que jugaba a ‘pampa limpia’ con amiguitos en el sitio que desde hace seis días es su nuevo espacio de residencia, ubicada en el barrio ‘Bendición de Dios’, contiguo a la ciudadela del Buen Vivir en la vía Esmeraldas-Atacames al sur de la ciudad de Esmeraldas.

Segura y sin temor se divertía con vecinos de su misma edad. “Aquí estoy bien segura, ya nadie me va pegar como lo hacían los niños de la Isla Piedad”, manifestó la menor, quien, además, dijo que lo único que les hace falta es agua potable para bañarse y energía para poder ver televisión, porque está aburrida por las vacaciones.

También hizo notar que no tienen baño para hacer sus necesidades fisiológicas y que por ahora las hacen en el monte. La menor es miembro de ocho de las 18 familias que durante 36 meses estuvieron albergadas en el excolegio de la Isla Piedad en la ribera del Esmeraldas, porque perdieron sus casas con las inundaciones del 25 de enero de 2016.

Confían en gestión

Jenny Mina Mercado, mamá de tres hijos menores de edad, quien en su rostro se le notaba la felicidad de tener un nuevo hogar y un espacio donde la convivencia es armónica y en familia, está consciente de las necesidades que tienen, pero que a pesar de estar sin agua y luz es como que tuvieran todo.

“Lo que nos hace falta no es nada en comparación con el infierno que vivimos durante tres años en el albergue, donde no podíamos dormir, pasábamos estresadas y con incertidumbre porque algo les pudiera pasar a nuestros hijos”, manifestó Mina Mercado.

Jacinta Charcopa, lideresa del grupo vulnerable, quien hacía dormir en sus brazos a su último hijo de 2 años que nació en el albergue, refirió que en aquel sitio ya no quedó nadie. En las tres casas de bambú que ocupan se ubicaron de dos y tres familias, hasta que les entreguen las 15 casas que les ofrecieron. Otras están en casas de acogidas.

Gestión ante instituciones

Vicente Cuero, de Atención Ciudadana del Municipio de Esmeraldas, dijo que se les proveerá de los servicios básicos a las mencionadas familias, lo más urgente posible; siendo, así, en horas de tarde de ayer un tanquero de la Empresa EAPA-San Mateo los abastecería de agua potable.

En las 5.4 hectáreas de terreno donde en un mes y algo más se empezaran a construir 320 viviendas para los damnificados de inundaciones, deslizamientos, terremoto del abril de 2016, también buscarán la forma cómo atenderles con baterías sanitarias, aseguró Cuero.