“Las personas están metiendo las papeletas vacías”, afirmaba el ciudadano esmeraldeño, Francoin Napa, de 57 años, quien llegó la mañana del domingo a votar en las inmediaciones de la unidad educativa ‘Margarita Cortés’ y ante la presión ejercida de los que aguardaban en la fila, sumado a la desinformación del proceso, dejó varias papeletas en blanco.
Su malestar fue producto de la interrogante planteada a un coordinador de recinto de otra provincia, que desconocía las áreas de hombres o mujeres y los números de la junta. Por ello, añadió entre sus comentarios, que los procesos electorales aumentan en cuanto a la votación, más no en sus condiciones.
Excesos
Una similar situación se vivió dentro del centro educativo ‘Luis Vargas Torres’, donde las largas filas se evidenciaron debido al tiempo extendido que utilizaban varias personas. Entre cuatro a 10 minutos, fueron empleados en cada votación, por lo que muchos de los coordinadores debieron emplear más biombos para agilizar el trámite.
Para el ciudadano extranjero, Arturo Andrade, quien lleva más de siete años en Esmeraldas, reconoce que esta fue su primera votación. Su decisión la ejerció en la unidad educativa particular La Inmaculada y ante tantas papeletas decidió solo rayar unas cuantas.
“En mi país no sucede esto, hay muchos candidatos y, sobre todo, provoca confusión”, comentó con ciertos ademanes, el originario de Portugal.