Apellidos como Zambrano y Cedeño en el padrón electoral en Ricaurte de la parroquia Tululbí, cantón San Lorenzo, hizo que los Mina, Quintero, Corozo, Caicedo, nativos del lugar, reaccionaran violentamente en contra del proceso de votaciones.
La alerta no se originó ayer cuando se destruyeron urnas electorales y se quemaron papeletas, sino que, según documentos con sello de recibido por el Consejo Nacional Electoral (CNE) presentados por los comuneros, se lo hizo desde el 24 octubre de 2018.
Durante el proceso electoral en la parroquia ubicada al norte de la provincia de Esmeraldas, desde la mañana empezaron a llegar tres buses y camionetas con hombres y mujeres de apellidos ‘extraños’. “En el pueblo nos conocemos toditos”, aclaró Alberto Gonzalo Mina.
¿Nuevas elecciones?
Él no oculta su molestia por la llegada de los foráneos quienes sí votaron y que no fueron agredidos por los comuneros. Hasta la noche de ayer no había reportes oficiales de detenidos ni heridos de la fuerza pública o de la comunidad.
Los incidentes obligaron a los representantes del CNE en esa parroquia, la más grande de San Lorenzo, a suspender las votaciones. La presidenta nacional de la entidad electoral, Diana Atamaint, dijo en una entrevista televisiva, que en 30 días se podría realizar nuevamente las votaciones, tal como lo determina el Código de la Democracia.
Gonzalo Mina, quien luego de los incidentes viajó con vecinos hasta la ciudad de Esmeraldas para hacer pública su inconformidad por tener empadronados a quienes no viven en la zona fronteriza, recordó que en antes de diciembre funcionarios del Consejo Nacional Electoral estuvieron en la parroquia verificando con un listado quienes sí eran del lugar.
Depuración del padrón
“Cargaban (los del CNE) un listado e iban tachando los nombres porque le decíamos que esos no son de acá, pero al final aparecen todos”, detalla Mina y afirma que es la primera ocasión que ocurre un incidente como este en la parroquia.
Voces de los comuneros y el documento presentado el año anterior tienen como meta que el Consejo Nacional Electoral haga la depuración del padrón electoral y luego se realice la convocatoria a elecciones.
Sin determinar los daños
Hasta la noche de ayer las autoridades del Consejo Nacional Electoral en Esmeradas, no emitieron ni convocaron a los medios de comunicación para informar de los daños en el recinto electoral de Tululbí, cantón San Lorenzo.
Está por determinarse el número de papeletas y urnas destruidas, la cantidad de electores que sí sufragaron y si las nuevas votaciones serán en el mismo lugar.