Costumbre ancestral

COSTUMBRE. Las humitas hechas de maíz tierno es una de las delicias que algunas personas degustan el Viernes Santo.
COSTUMBRE. Las humitas hechas de maíz tierno es una de las delicias que algunas personas degustan el Viernes Santo.

Martha Mosquera, de 71 años, quien nació en el recinto Súbere, de la parroquia Tabiazo, cantón Esmeraldas, recuerda que desde niña sus padres tenían varias costumbres gastronómicas durante la Semana Santa.

Por ejemplo, en esa época todo se cocinaba con leña, la cual se la almacenaba un mes antes del Viernes Santo, pues, ese día nadie bajaba de la casa, era prohibido picar un árbol con un machete o hacha de mano, pues, se tenía la creencia que del arbusto emanaría sangre.

Martha recuerda que, además de la tradicional fanesca que la preparaban con granos y pescado seco, su mamá, Presilda Méndez, elaboraba los tradicionales muchines con queso y maduro; la mazamorra de maíz y de arroz con leche, nunca faltaba la humita de maíz tierno y el champú que lo hacía con maíz duro.

“Ahora todo es diferente. Pocas son las personas que mantienen las tradiciones que nuestros padres nos enseñaron cuando éramos niños. Veo que ahora bailan e ingieren licor, pues, todo ha cambiado”, comenta la mujer de 71 años, que vive en el valle San Rafael, zona sur de la ciudad de Esmeraldas.