Redacción WASHINGTON
EFE
Uno de los sobrevivientes de la masacre en la escuela de Columbine, en la que dos estudiantes asesinaron en 1999 a doce de sus compañeros y a un maestro antes de quitarse la vida, fue hallado muerto, informaron ayer medios de comunicación estadounidenses.
Austin Eubanks, de 37 años y quien se había convertido en activista contra las adicciones, fue encontrado en su casa el sábado durante una inspección después de que no contestara su teléfono, señalaron las versiones periodísticas, e indicaron que se ha fijado para el lunes la autopsia para determinar las causas del deceso.
Eubanks, quien al momento del tiroteo tenía 17 años, combatió su propia adicción a los opioides, que desarrolló tras el tratamiento que recibió para recuperarse de las heridas que sufrió en una mano y en la rodilla en medio de la masacre.
El joven, que se encontraba en la biblioteca de la escuela, perdió en ese entonces a su mejor amigo. Su familia señaló en una declaración difundida por los medios que Eubanks “perdió la batalla con la misma enfermedad con la que tanto luchó para ayudar a otros a enfrentarla”.