Pescadores atacados por piratas en Tonchigüe

EVIDENCIA. El motor marca Suzuki del pescador Carlos A., presenta daño en el capot al ser golpeado por la lancha de los delincuentes.
EVIDENCIA. El motor marca Suzuki del pescador Carlos A., presenta daño en el capot al ser golpeado por la lancha de los delincuentes.

En sus 36 años como pescador artesanal, Carlos A. ha sufrido tres ataques de los piratas, mientras realizaba sus faenas en alta mar. La madrugada de ayer fue la última vez, ocurrida a ocho millas náuticas de la costa de la parroquia Tonchigüe, en el cantón Atacames, zona sur de la provincia de Esmeraldas.

El obrero del mar y padre de cinco hijos, ayer a las 03:30 junto a otro compañero salió en su embarcación desde el puerto de Tonchigüe, mientras que su hermano Edwin, también junto a otro amigo, zarpó en otra lancha a sus labores de pesca.

Con una distancia aproximada de 400 metros, los artesanos del mar empezaron a calar los espineles para pescar pargo. En medio de la oscuridad de la madrugada, Carlos observó que una lancha extraña se les acercaba.

15 minutos de persecución

Inmediatamente el pescador abandonó el espinel y aceleró el motor para escapar de los extraños, pues, se trataba de tres piratas que se movilizaban en una lancha fuertemente armados.

Carlos nunca detuvo la marcha del motor, pese a que los delincuentes le dispararon para que se detuviera. En una de las maniobras que hizo la embarcación de los ladrones golpeó el motor del pescador, pero eso no fue impedimento para que continuara con la escapada.

Alrededor de unos 15 minutos los delincuentes persiguieron al pescador, quien muy asustado nunca se detuvo y pasadas las 05:00 de ayer logró llegar a tierra, donde avisó a los marinos y los familiares sobre lo ocurrido.

Rescató al hermano

Carlos, al estar en tierra, pensó en su hermano Edwin y con la colaboración de un marino salió a buscarlo, como sabía el punto donde estaba pescando logró llegar sin dificultad. Encontró a su consanguíneo con la lancha amarrada al espinel, para que la corriente no lo arrastrara a otro lado.

Los piratas también habían interceptado la lancha de Edwin y su acompañante, pero solo le robaron el GPS, el combustible, la manguera que abastece de gasolina al motor fuera de borda y la comida.

“Según el testimonio de mi hermano, los delincuentes le dijeron que buscaban robar motores marca Yamaha de 75 HP, pero como la lancha de Edwin tenía un motor de 40 HP marca Suzuki, no se lo llevaron”, relató el pescador Carlos A.

Pescará a media milla

Este tercer ataque a los pescadores, en los 36 años de labores como pescador artesanal, ha asustado a Carlos, que por precautelar su vida ha decidido ya no saldrá a pescar mar adentro, sino que lo hará a media milla náutica desde la playa de Tonchigüe, donde capturará camarón.

Afirma que actualmente los pescadores están expuestos todos los días a ser víctimas de los delincuentes en alta mar, pues, los controles de la Marina no son suficientes contra los delincuentes, quienes andan fuertemente armados, mientras que los artesanos no pueden cargar armas.

Hasta la tarde de ayer la Capitanía del Puerto de Esmeraldas, no hizo ningún pronunciamiento sobre el ataque a los pescadores artesanales, debido a que no se había formalizado la denuncia.

PARA SABER

Carlos A. aún debe 1.200 dólares del motor fuera de borda que utiliza en su lancha para la pesca artesanal. El costo total es de 5.000 dólares a crédito.