Joel Estupiñán, el mini Tri será recibido con honores

COMPAÑEROS. El de la derecha es Estupiñán, con el uniforme de Mushuc Runa, es marcado por Espinoza, jugador de Aucas, los dos integraron la Selección de Ecuador.
COMPAÑEROS. El de la derecha es Estupiñán, con el uniforme de Mushuc Runa, es marcado por Espinoza, jugador de Aucas, los dos integraron la Selección de Ecuador.

El ambiente era de bullicio en el barrio El Palmar de la ciudad de Esmeraldas, la música provenía de las casas, la razón era la celebración del Día del Padre. Al preguntar entre los fiesteros por Ronmel Estupiñán, todos afirmaron conocerlo, de tal manera que fue fácil llegar al domicilio de la familia del seleccionado Sub-20 de Ecuador, Joel Estupiñán Preciado.

Él después el partido por el tercer lugar del Mundial de Polonia, el cual ganó Ecuador 1 a 0 a Italia, rompió en llanto mientras portaba la medalla de bronce. Su tristeza forma parte los recuerdos anclados en su vida. Pero para subirle el ánimo, en casa lo recibirán con honores.

Las anécdotas narradas por los familiares, conducen a la conclusión, que el integrante de la ‘Tri’, es un joven que ha sabido superarse con mucho sacrificio y sobre todo, con una gran dosis de paciencia, cualidades propias de quienes están decididos a triunfar en la vida.

No conoció a la mamá

La muerte le arrebató de su lado a su ser más querido, su mamá, Merai García. La tragedia ocurrió el 11 de diciembre del 2000. El futbolista nació el 13 de mayo de 1999, es decir, un año y siete meses antes, con ella se fue el último de los hermanos, a quien lo bautizaron con el nombre del papá, Carlos; la señora estaba embarazada.

Al tener apenas un año siete meses de nacido, Joel no tiene recuerdo alguno de su mamá, a la que conoció únicamente en fotografía, fue allí cuando se agrandó la figura de su padre, quien asumió el cuidado de su tierno hijo y de sus restantes cinco hermanos.

“Yo trabajaba en el camal, con los ingresos obtenidos atendía las necesidades de la casa, siempre estuve pendiente de mis hijos”, dijo Carlos César Estupiñán Landázur, quien también fue futbolista, como integrante de Brasil de esta ciudad.

La emoción aumenta mientras el diálogo se desarrolla, “jamás nos acostamos sin comer, mi papá se encargó que no nos hiciera falta la comida, aunque fuera carne teníamos en la refrigeradora”, expresó Ronmel Estupiñán.

Nuevo golpe

Nueve años después del fallecimiento de la mamá, Joel y la familia en general sufrió un nuevo golpe, su hermana Gissela, dejó de existir, “era ella quien ayudaba a cuidarlo, mi hermana tenía un don de mando, pero así es la vida, dejó de existir”, manifestó Ronmel.

Ronmel jugaba en Cuniburo de la provincia de Pichincha, recuerda que Joel lo persiguió cuando se fue a jugar a este plantel, donde actuó en la categoría Sub-11; luego estuvo en la Academia de Barcelona de la ciudad de Esmeraldas.

Posteriormente se vinculó a la Sub-15 de Esmeraldas Petrolero, de donde dio el salto al Mushuc Runa de Ambato y a la Selección del Ecuador, gracias a sus cualidades de excelente jugador, en las funciones de lateral izquierdo.

No fue al Sudamericano

El esmeraldeño Joel Estupiñán Preciado fue convocado para integrar la Selección que jugó el Sudamericano Sub-20, en la que Ecuador se proclamó campeón, pero quedó fuera de la lista definitiva, “él no perdió la fe, siguió trabajando con su equipo, siendo nominado para ser parte del plantel que viajó a Polonia”, dijo su padre Ronmel.

Para ser llevado a la Selección del Ecuador, mucho tuvo que ver lo que hizo en su club, ya que jugaba en la categoría de menores y en el primer plantel, esto ocurrió en el año 2017; en el 2018 fue titular durante toda la temporada en la serie B.

Fue el autor del gol del triunfo de Mushuc Runa sobre Sociedad Deportiva Aucas, que permitió el ascenso a la serie A y a la vez la clasificación del conjunto ambateño a la Copa Sudamericana, del año 2019.

Se fue a Loja

El futbolista Julio Ayoví, que milita en el Esmeraldas F.C., forma parte de la familia, jugó en Liga Deportiva Universitaria de Loja, Joel lo acompañó a esta ciudad del sur del Ecuador y se dedicó a entrenar en las divisiones menores de este club.

“Siempre fue un chico muy obediente, por eso Dios lo ha sabido ayudar, tiene una gran paciencia, todo se lo ha ganado a pulso, siempre ha hecho caso a las personas que le han querido ayudar”, dijo Ayoví.

Lo vieron llorar

El exfutbolista Íder García llegó un día a la casa de la familia en el barrio El Palmar, lo hizo para tratar de llevarse al muchacho al Mushuc Runa, pero el papá se oponía porque quería que siguiera estudiando, ya que quería verlo graduado.

Fue en esas circunstancias que Joel lloraba rogándole al papá que lo dejar ir, la actitud del papá respondía al hecho que el jugador había aprobado el segundo año de bachillerato, en el colegio Eloy Alfaro; pero finalmente el muchacho se fue a Ambato.

VOCES

“Cuando falleció mi mujer me dediqué el cuidado de mis hijos, procuré que nunca les faltara nada”. Carlos Estupiñán PADRE DEL JUGADOR

“Joel siempre fue obediente, muy dedicado a los entrenamientos, tiene todas las condiciones para triunfar en el fútbol”. Julio Ayoví FUTBOLISTA

“Mi hermano Joel es un muchacho dedicado a los entrenamientos, le pido a Dios y el ánima de nuestra madre, que lo protejan siempre”. Ronmel Estupiñán HERMANO

“Mi hermano Joel tuvo la fortaleza para soportar la muerte de su mujer, primero, luego la de mi sobrina, siempre estuvo con sus hijos”. Jorge Estupiñán TÍO DEL JUGADOR