‘Mi salud está como Esmeraldas, nada funciona bien pero todo marcha’

ENTREVISTA. En una ambiente de tranquilidad, ayer el presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y obispo de Esmeraldas, Eugenio Arellano Fernández, habló su posible salida del obispado en Esmeraldas.
ENTREVISTA. En una ambiente de tranquilidad, ayer el presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y obispo de Esmeraldas, Eugenio Arellano Fernández, habló su posible salida del obispado en Esmeraldas.

Y resulta que el presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y obispo de Esmeraldas, Eugenio Arellano Fernández, es barcelonista. “Del Barcelona de Ecuador”, lo dijo con una orgullosa sonrisa. La confesión la hizo ayer minutos después de estar con voz de nostalgia.

La pesadumbre no es porque en 49 días cumplirá 75 años, sino porque según el Derecho Canónico debe informar al Papa Francisco, para que éste decida si continúa en el obispado o escoge su reemplazo entre los sacerdotes aptos, según la religión católica.

En febrero de 2018 el Pontífice promulgó la Carta Apostólica en forma de Motu Proprio, “con la cual se regula la renuncia a los 75 años de edad, de los titulares de algunos oficios de nombramiento pontificio.

El encargo no cesa ipso facto a los 75 años, sino solo después de la decisión del Sumo Pontífice, a quien es necesario presentar la renuncia. Por lo tanto, una decisión que puede prolongarse por más de los tres meses establecidos en el artículo 3, del canon 189 del Código de Derecho Canónico”.

¿Monseñor, usted ya presentó su renuncia?

Sí, es una obligación de todos los obispos que llegamos a los 75 años, mandar una carta firmada al Papa, a Roma, a través de nunciatura presentando la dimisión y luego la disponibilidad.

Haré lo que me pida. Pero cuando termine mi periodo de pastor en Esmeraldas, que puede ser mañana, a final de año, el año que viene… yo quisiera acompañar a las comunidades negras de Tumaco, Colombia.

¿Por qué allá?

Toda mi vida estuve con el pueblo afro, yo no me voy andar con novelería a mi edad, allá en Tumaco tienen problemas. Además, para que el Obispo que me venga (a Esmeraldas) no me tenga como una sombra, yo tengo muchos años en Esmeraldas y en muchas cosas puedo ser el punto de referencia.

¿Y su lucha ambiental con los habitantes de la zona norte; Eloy Alfaro y San Lorenzo?

Esa lucha sigue. Hay un canto muy bonito que dice: “las obras quedan, la gente se va. Otros que vienen la continuarán, la vida sigue igual”. Los protagonismos que se acaban con uno, no son eficaces en la iglesia.

¿Se conformará alguna terna para su reemplazo?

De eso se encarga la Santa sede. Se llama a una reunión de laicos y se escucha a todos. Luego se escoge la terna y de allí sale uno.

Además, como Presidente de la Conferencia Episcopal estaré hasta abril que son las elecciones. No puedo dimitir hasta que no sea elegido uno nuevo, porque si no, se crea un vacío jurídico.

¿Recomendará a alguien?

De lo que conozco lo mejor. Esmeraldas se lo merece. Le comento una anécdota. En una ocasión un curita de Quito, se atrevió a decirme: “Monseñor, usted qué me daría mensualmente, si voy a trabajar a Esmeraldas”.

Yo lo miré de arriba abajo y dije: qué es que le pasa… muchacho. Mi ‘hija’ no es una fea y torcida que se la doy al primero que viene, a mi hija se la tiene que embellecer, tú no tienes la clase para trabajar en Esmeraldas, así que… ahí no más.

Usted en casi todas alocuciones habla de la familia ¿qué decirle ahora?

Que respeten sus hogares. Que vuestros hijos encuentren en la casa, la primera escuela llena de valores. Me siento muy feliz, muy feliz. Lo que no haya cumplido, mi Dios lo habrá enmendado. Como Obispo llevo 24 años (en Esmeraldas) pero como misionero 43. Me siento como ustedes los esmeraldeños, siento sus problemas como los míos, nuestras alegrías, por eso me preocupo tanto cuando no veo futuro económico en nuestra zona.

24 años siendo el pastor ¿qué es lo más recuerda?

Las alegrías con el pueblo. Recuerdo las causas comunes, en este momento estamos un poco lejos, no hacemos causa común, hay muchos que reclaman, otros presentan proyectos, da la impresión que cada uno va para su grupo o partido.

Por eso digo que no veo esa causa común que nos haga olvidar los intereses partidistas o personales y abrazar la causa del pueblo.

La Catedral es el lugar para enterrar a los Obispos…

Eso sí que no me preocupa. Donde me muera que me entierren, que no gasten trayendo fiambre de un lado para otro (risas). Pero sí me gustaría que sea en Esmeraldas, tengo 43 años aquí, yo ya no tengo a nadie en ningún otro sitio (nació en España y se nacionalizó ecuatoriano).

¿Cómo está su salud?

Mi salud está como Esmeraldas, nada funciona bien pero todo marcha (risas).

Un viaje a Roma

El 13 de septiembre el presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y obispo de Esmeraldas, Eugenio Arellano Fernández, viaja a Roma, donde estará hasta el 27 de octubre.

Allá, donde se encontrará con sus pares irá en nombre del Ecuador. Los de la iglesia, junto a especialistas en temas de ambientales, agua, aire y monocultivos, hablarán del problema ambiental en la Amazonía. Desde Ecuador se hará énfasis en el tema de la conservación del recurso agua y que vida está sobre el capital.