Resurgimiento de la humanidad

MA. ALEJANDRA SALAZAR MURRIETA

Siempre he tenido la buena estrella de encontrarme con una historia o una frase que me hace recobrar la fe y la esperanza en nosotros como humanidad, precisamente en momentos que parece que nuestra sociedad no logra visualizar su norte. A continuación, les copio una frase que me ha venido a impactar de buena manera. “De las peores tragedias nacen grandes seres humanos”.

Esta frase me ha despertado una agradable sensación, porque últimamente me encuentro con comentarios y acciones pocas o casi nada analizadas y por demás desalentadoras. No quiero decir con esto que las personas debamos ser como robots y actuar bajo el frío cálculo del qué dirán. Pero, si me parece bastante desnaturalizado pretender irrumpir e imponer un punto de vista que no es propio ni oportuno.

Cada día notamos cómo el desánimo gana terreno, producto de una violencia desmedida, donde el crimen y la impunidad se empiezan a hacer parte de nuestro diario vivir. Sumado a ello la deshonestidad que en cierta medida y en pequeñas acciones se empieza a hacer cosa frecuente y común.

Se están empezando a copiar patrones de aquello que nos parece políticamente correcto y se está dejando de lado el sentido común. Defendemos más el sentido de igualdad por sobre la equidad y pretendemos que todos debemos ser medidos por una vara que no da la talla.

Ante este panorama tan desalentador, podríamos preguntarnos ¿qué nos está pasando? ¿qué tan bajo tenemos que caer para poder surgir nuevamente como humanidad? Y entonces recuerdo la frase y me lleno de esperanza de saber que en cada uno de nosotros está la posibilidad de ser mejores seres humanos, de que en cada día ante una situación que nos parezca desfavorable tenemos la oportunidad de reinventarnos hacia una mejor humanidad.

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