¿Está viendo?

CARLOS TRUJILLO SIERRA

¿Pero realmente viendo, analizando, comparando para el final tratar de entender? Ojalá que así sea. Por tres cuartos de siglos viendo, criticando, tratando de entender las conclusiones veo que éstas también cambian con el pasar del tiempo y una comprensión más integral.

Fue difícil aceptar y adoptar como propio el concepto de otredad. No fue fácil descender del nivel heredado a nivel de igualdad y respeto. Encerrados en nuestro fortín judeocristiano occidental no fue fácil aceptar la igualdad del color, la igualdad del género, la igualdad y pertenencia de muchas ideas y conceptos que por lógica habían demostrado su legitimidad y propiedad.

Vi a los carabineros entrar a caballo en la iglesia de Santo Domingo en Quito persiguiendo a los universitarios que se oponían al gobierno autoritario de Arroyo del Río; vi al primer indio con su indumentaria tradicional asistir a las clases en la Universidad; vi ya a la distancia, por televisión, la toma de Quito en los años 90 durante el gobierno de Rodrigo Borja, el Presidente laico con apellido de pontífice romano, vi la dolarización (y la sufrimos todos los de a pie) y la caída de Mahuad y el surgimiento y posterior caída-hacia arriba en helicóptero- de Lucio. Y he visto la oscuridad al medio día de Rafael Correa y su cierre de escuelas populares y la inducción de esbirros como educadores y lo seguimos viendo. Y veo admirado y asustado, todavía me admiro y me asusto, el furor y la saña de la ignorancia de sentido de rechazo a los 10 peores años de la historia del país. Correa nos jodió para toda una generación o más y ahora ve con malsana alegría el intento de imponer la prepotencia y la criminalidad.

[email protected].

CARLOS TRUJILLO SIERRA

¿Pero realmente viendo, analizando, comparando para el final tratar de entender? Ojalá que así sea. Por tres cuartos de siglos viendo, criticando, tratando de entender las conclusiones veo que éstas también cambian con el pasar del tiempo y una comprensión más integral.

Fue difícil aceptar y adoptar como propio el concepto de otredad. No fue fácil descender del nivel heredado a nivel de igualdad y respeto. Encerrados en nuestro fortín judeocristiano occidental no fue fácil aceptar la igualdad del color, la igualdad del género, la igualdad y pertenencia de muchas ideas y conceptos que por lógica habían demostrado su legitimidad y propiedad.

Vi a los carabineros entrar a caballo en la iglesia de Santo Domingo en Quito persiguiendo a los universitarios que se oponían al gobierno autoritario de Arroyo del Río; vi al primer indio con su indumentaria tradicional asistir a las clases en la Universidad; vi ya a la distancia, por televisión, la toma de Quito en los años 90 durante el gobierno de Rodrigo Borja, el Presidente laico con apellido de pontífice romano, vi la dolarización (y la sufrimos todos los de a pie) y la caída de Mahuad y el surgimiento y posterior caída-hacia arriba en helicóptero- de Lucio. Y he visto la oscuridad al medio día de Rafael Correa y su cierre de escuelas populares y la inducción de esbirros como educadores y lo seguimos viendo. Y veo admirado y asustado, todavía me admiro y me asusto, el furor y la saña de la ignorancia de sentido de rechazo a los 10 peores años de la historia del país. Correa nos jodió para toda una generación o más y ahora ve con malsana alegría el intento de imponer la prepotencia y la criminalidad.

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¿Pero realmente viendo, analizando, comparando para el final tratar de entender? Ojalá que así sea. Por tres cuartos de siglos viendo, criticando, tratando de entender las conclusiones veo que éstas también cambian con el pasar del tiempo y una comprensión más integral.

Fue difícil aceptar y adoptar como propio el concepto de otredad. No fue fácil descender del nivel heredado a nivel de igualdad y respeto. Encerrados en nuestro fortín judeocristiano occidental no fue fácil aceptar la igualdad del color, la igualdad del género, la igualdad y pertenencia de muchas ideas y conceptos que por lógica habían demostrado su legitimidad y propiedad.

Vi a los carabineros entrar a caballo en la iglesia de Santo Domingo en Quito persiguiendo a los universitarios que se oponían al gobierno autoritario de Arroyo del Río; vi al primer indio con su indumentaria tradicional asistir a las clases en la Universidad; vi ya a la distancia, por televisión, la toma de Quito en los años 90 durante el gobierno de Rodrigo Borja, el Presidente laico con apellido de pontífice romano, vi la dolarización (y la sufrimos todos los de a pie) y la caída de Mahuad y el surgimiento y posterior caída-hacia arriba en helicóptero- de Lucio. Y he visto la oscuridad al medio día de Rafael Correa y su cierre de escuelas populares y la inducción de esbirros como educadores y lo seguimos viendo. Y veo admirado y asustado, todavía me admiro y me asusto, el furor y la saña de la ignorancia de sentido de rechazo a los 10 peores años de la historia del país. Correa nos jodió para toda una generación o más y ahora ve con malsana alegría el intento de imponer la prepotencia y la criminalidad.

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¿Pero realmente viendo, analizando, comparando para el final tratar de entender? Ojalá que así sea. Por tres cuartos de siglos viendo, criticando, tratando de entender las conclusiones veo que éstas también cambian con el pasar del tiempo y una comprensión más integral.

Fue difícil aceptar y adoptar como propio el concepto de otredad. No fue fácil descender del nivel heredado a nivel de igualdad y respeto. Encerrados en nuestro fortín judeocristiano occidental no fue fácil aceptar la igualdad del color, la igualdad del género, la igualdad y pertenencia de muchas ideas y conceptos que por lógica habían demostrado su legitimidad y propiedad.

Vi a los carabineros entrar a caballo en la iglesia de Santo Domingo en Quito persiguiendo a los universitarios que se oponían al gobierno autoritario de Arroyo del Río; vi al primer indio con su indumentaria tradicional asistir a las clases en la Universidad; vi ya a la distancia, por televisión, la toma de Quito en los años 90 durante el gobierno de Rodrigo Borja, el Presidente laico con apellido de pontífice romano, vi la dolarización (y la sufrimos todos los de a pie) y la caída de Mahuad y el surgimiento y posterior caída-hacia arriba en helicóptero- de Lucio. Y he visto la oscuridad al medio día de Rafael Correa y su cierre de escuelas populares y la inducción de esbirros como educadores y lo seguimos viendo. Y veo admirado y asustado, todavía me admiro y me asusto, el furor y la saña de la ignorancia de sentido de rechazo a los 10 peores años de la historia del país. Correa nos jodió para toda una generación o más y ahora ve con malsana alegría el intento de imponer la prepotencia y la criminalidad.

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