Tomate, cebolla, pimiento, pepino, cilantro, maíz, entre otros, son los productos que se siembran en los huertos orgánicos escolares y comunitarios, como parte del proyecto ‘Tierra de niños, niñas y adolescentes para el buen vivir’, que promueve el Ministerio del Ambiente, en articulación con el Ministerio de Educación.
En la Unidad Educativa ‘Lizardo Goyes Benítez’, en la parroquia Alto Tambo, en el cantón San Lorenzo, zona norte de la provincia de Esmeraldas, con el apoyo del Gobierno Parroquial se implementó un huerto orgánico escolar con la finalidad de crear conciencia en los estudiantes sobre la importancia del cuidado del entorno natural.
En ese espacio natural los alumnos y personal de las reservas Pambilar, La Chiquita, Remacam, Mache-Chindul, Cotacachi-Cayapas, Estuario Río Esmeraldas y Muisne sembraron alrededor de 300 semillas de ciclo corto con el compromiso de mantener hábitos de cuidado y responsabilidad ambiental para una alimentación sana y equilibrada.
Mejorar calidad de vida
El director del Ministerio del Ambiente en Esmeraldas, Carlos Caicedo, dijo que con las diferentes estrategias y actividades de educación ambiental y social a través del proyecto ‘Reverdecer Ecuador’ se desarrollan a nivel provincial capacitaciones e implementación de huertos orgánicos y comunitarios al interior de áreas protegidas y zonas adyacentes, con el objetivo de generar una cultura de conciencia ambiental para proteger el entorno natural.
Explicó que los huertos tienen un rol primordial en abastecer los hogares con alimentos sanos, sin pesticidas ni químicos, pues, el cultivo es una herramienta para las comunidades y sus beneficios van desde el desarrollo socioeconómico hasta mejoras en la salud consumiendo productos limpios y sanos.
“Actualmente la ingesta de productos alterados químicamente es alta y puede dañar el organismo de forma irremediable. Para poder llevar una vida sustentable y ecológica es fundamental la autogestión y autosuficiencia en varios aspectos, uno de ellos es la alimentación, y los huertos orgánicos son un espacio de tierra en donde se realizan cultivos de hortalizas, legumbres, plantas medicinales, entre otros”, afirma Caicedo.
Comunidad hace todo
Los técnicos y guardaparques de las áreas protegidas son los encargados de instruir a la colectividad paso a paso, cómo se los puede elaborar, además, dar seguimiento al proceso en la mezcla de la tierra de sembrado con abonos orgánicos (naturales) para el crecimiento de los vegetales y el uso de semillas para la germinación y a corto plazo la ciudadanía pueda sacar provecho de lo sembrado.
Pese a que el Ministerio del Ambiente es quien incentiva a implementar los huertos comunitarios, esta labor se la logra de forma articulada creando vínculos con unidades educativas, instituciones y colectividad quienes adquieren el compromiso de regar las semillas por el atardecer para evitar la evaporación y favorecer la infiltración del agua.
También es la comunidad la que realiza la poda periódicamente de los huertos para que se potencien los brotes auxiliares y fructifique mejor, además, ayudan a las plantas dirigiéndolas con ramas o guías de madera para evitar que el tallo toque el suelo.
46 huertos en dos años
El Ministerio del Ambiente reporta que en el 2018, se crearon 20 huertos en centros educativos y comunidades, donde se plantaron 830 plantas de diferente tipo.
En lo que va de 2019, los huertos han aumentado a 26, mientras que las plantas sembradas son 1.371. En la provincia de Esmeraldas los huertos están en zonas adyacentes a las áreas protegidas.
Los viveros comunitario con especies nativas, frutales y ornamentales, son otros de los proyectos del Ministerio del Ambiente, esta semana se implementó uno en la comunidad Voluntad de Dios, en el cantón Quinindé, donde los guardaparques capacitaron a la ciudadanía sobre la importancia de cultivarlos para tener una alimentación equilibrada.
Tomate, cebolla, pimiento, pepino, cilantro, maíz, entre otros, son los productos que se siembran en los huertos orgánicos escolares y comunitarios, como parte del proyecto ‘Tierra de niños, niñas y adolescentes para el buen vivir’, que promueve el Ministerio del Ambiente, en articulación con el Ministerio de Educación.
En la Unidad Educativa ‘Lizardo Goyes Benítez’, en la parroquia Alto Tambo, en el cantón San Lorenzo, zona norte de la provincia de Esmeraldas, con el apoyo del Gobierno Parroquial se implementó un huerto orgánico escolar con la finalidad de crear conciencia en los estudiantes sobre la importancia del cuidado del entorno natural.
En ese espacio natural los alumnos y personal de las reservas Pambilar, La Chiquita, Remacam, Mache-Chindul, Cotacachi-Cayapas, Estuario Río Esmeraldas y Muisne sembraron alrededor de 300 semillas de ciclo corto con el compromiso de mantener hábitos de cuidado y responsabilidad ambiental para una alimentación sana y equilibrada.
Mejorar calidad de vida
El director del Ministerio del Ambiente en Esmeraldas, Carlos Caicedo, dijo que con las diferentes estrategias y actividades de educación ambiental y social a través del proyecto ‘Reverdecer Ecuador’ se desarrollan a nivel provincial capacitaciones e implementación de huertos orgánicos y comunitarios al interior de áreas protegidas y zonas adyacentes, con el objetivo de generar una cultura de conciencia ambiental para proteger el entorno natural.
Explicó que los huertos tienen un rol primordial en abastecer los hogares con alimentos sanos, sin pesticidas ni químicos, pues, el cultivo es una herramienta para las comunidades y sus beneficios van desde el desarrollo socioeconómico hasta mejoras en la salud consumiendo productos limpios y sanos.
“Actualmente la ingesta de productos alterados químicamente es alta y puede dañar el organismo de forma irremediable. Para poder llevar una vida sustentable y ecológica es fundamental la autogestión y autosuficiencia en varios aspectos, uno de ellos es la alimentación, y los huertos orgánicos son un espacio de tierra en donde se realizan cultivos de hortalizas, legumbres, plantas medicinales, entre otros”, afirma Caicedo.
Comunidad hace todo
Los técnicos y guardaparques de las áreas protegidas son los encargados de instruir a la colectividad paso a paso, cómo se los puede elaborar, además, dar seguimiento al proceso en la mezcla de la tierra de sembrado con abonos orgánicos (naturales) para el crecimiento de los vegetales y el uso de semillas para la germinación y a corto plazo la ciudadanía pueda sacar provecho de lo sembrado.
Pese a que el Ministerio del Ambiente es quien incentiva a implementar los huertos comunitarios, esta labor se la logra de forma articulada creando vínculos con unidades educativas, instituciones y colectividad quienes adquieren el compromiso de regar las semillas por el atardecer para evitar la evaporación y favorecer la infiltración del agua.
También es la comunidad la que realiza la poda periódicamente de los huertos para que se potencien los brotes auxiliares y fructifique mejor, además, ayudan a las plantas dirigiéndolas con ramas o guías de madera para evitar que el tallo toque el suelo.
46 huertos en dos años
El Ministerio del Ambiente reporta que en el 2018, se crearon 20 huertos en centros educativos y comunidades, donde se plantaron 830 plantas de diferente tipo.
En lo que va de 2019, los huertos han aumentado a 26, mientras que las plantas sembradas son 1.371. En la provincia de Esmeraldas los huertos están en zonas adyacentes a las áreas protegidas.
Los viveros comunitario con especies nativas, frutales y ornamentales, son otros de los proyectos del Ministerio del Ambiente, esta semana se implementó uno en la comunidad Voluntad de Dios, en el cantón Quinindé, donde los guardaparques capacitaron a la ciudadanía sobre la importancia de cultivarlos para tener una alimentación equilibrada.
Tomate, cebolla, pimiento, pepino, cilantro, maíz, entre otros, son los productos que se siembran en los huertos orgánicos escolares y comunitarios, como parte del proyecto ‘Tierra de niños, niñas y adolescentes para el buen vivir’, que promueve el Ministerio del Ambiente, en articulación con el Ministerio de Educación.
En la Unidad Educativa ‘Lizardo Goyes Benítez’, en la parroquia Alto Tambo, en el cantón San Lorenzo, zona norte de la provincia de Esmeraldas, con el apoyo del Gobierno Parroquial se implementó un huerto orgánico escolar con la finalidad de crear conciencia en los estudiantes sobre la importancia del cuidado del entorno natural.
En ese espacio natural los alumnos y personal de las reservas Pambilar, La Chiquita, Remacam, Mache-Chindul, Cotacachi-Cayapas, Estuario Río Esmeraldas y Muisne sembraron alrededor de 300 semillas de ciclo corto con el compromiso de mantener hábitos de cuidado y responsabilidad ambiental para una alimentación sana y equilibrada.
Mejorar calidad de vida
El director del Ministerio del Ambiente en Esmeraldas, Carlos Caicedo, dijo que con las diferentes estrategias y actividades de educación ambiental y social a través del proyecto ‘Reverdecer Ecuador’ se desarrollan a nivel provincial capacitaciones e implementación de huertos orgánicos y comunitarios al interior de áreas protegidas y zonas adyacentes, con el objetivo de generar una cultura de conciencia ambiental para proteger el entorno natural.
Explicó que los huertos tienen un rol primordial en abastecer los hogares con alimentos sanos, sin pesticidas ni químicos, pues, el cultivo es una herramienta para las comunidades y sus beneficios van desde el desarrollo socioeconómico hasta mejoras en la salud consumiendo productos limpios y sanos.
“Actualmente la ingesta de productos alterados químicamente es alta y puede dañar el organismo de forma irremediable. Para poder llevar una vida sustentable y ecológica es fundamental la autogestión y autosuficiencia en varios aspectos, uno de ellos es la alimentación, y los huertos orgánicos son un espacio de tierra en donde se realizan cultivos de hortalizas, legumbres, plantas medicinales, entre otros”, afirma Caicedo.
Comunidad hace todo
Los técnicos y guardaparques de las áreas protegidas son los encargados de instruir a la colectividad paso a paso, cómo se los puede elaborar, además, dar seguimiento al proceso en la mezcla de la tierra de sembrado con abonos orgánicos (naturales) para el crecimiento de los vegetales y el uso de semillas para la germinación y a corto plazo la ciudadanía pueda sacar provecho de lo sembrado.
Pese a que el Ministerio del Ambiente es quien incentiva a implementar los huertos comunitarios, esta labor se la logra de forma articulada creando vínculos con unidades educativas, instituciones y colectividad quienes adquieren el compromiso de regar las semillas por el atardecer para evitar la evaporación y favorecer la infiltración del agua.
También es la comunidad la que realiza la poda periódicamente de los huertos para que se potencien los brotes auxiliares y fructifique mejor, además, ayudan a las plantas dirigiéndolas con ramas o guías de madera para evitar que el tallo toque el suelo.
46 huertos en dos años
El Ministerio del Ambiente reporta que en el 2018, se crearon 20 huertos en centros educativos y comunidades, donde se plantaron 830 plantas de diferente tipo.
En lo que va de 2019, los huertos han aumentado a 26, mientras que las plantas sembradas son 1.371. En la provincia de Esmeraldas los huertos están en zonas adyacentes a las áreas protegidas.
Los viveros comunitario con especies nativas, frutales y ornamentales, son otros de los proyectos del Ministerio del Ambiente, esta semana se implementó uno en la comunidad Voluntad de Dios, en el cantón Quinindé, donde los guardaparques capacitaron a la ciudadanía sobre la importancia de cultivarlos para tener una alimentación equilibrada.
Tomate, cebolla, pimiento, pepino, cilantro, maíz, entre otros, son los productos que se siembran en los huertos orgánicos escolares y comunitarios, como parte del proyecto ‘Tierra de niños, niñas y adolescentes para el buen vivir’, que promueve el Ministerio del Ambiente, en articulación con el Ministerio de Educación.
En la Unidad Educativa ‘Lizardo Goyes Benítez’, en la parroquia Alto Tambo, en el cantón San Lorenzo, zona norte de la provincia de Esmeraldas, con el apoyo del Gobierno Parroquial se implementó un huerto orgánico escolar con la finalidad de crear conciencia en los estudiantes sobre la importancia del cuidado del entorno natural.
En ese espacio natural los alumnos y personal de las reservas Pambilar, La Chiquita, Remacam, Mache-Chindul, Cotacachi-Cayapas, Estuario Río Esmeraldas y Muisne sembraron alrededor de 300 semillas de ciclo corto con el compromiso de mantener hábitos de cuidado y responsabilidad ambiental para una alimentación sana y equilibrada.
Mejorar calidad de vida
El director del Ministerio del Ambiente en Esmeraldas, Carlos Caicedo, dijo que con las diferentes estrategias y actividades de educación ambiental y social a través del proyecto ‘Reverdecer Ecuador’ se desarrollan a nivel provincial capacitaciones e implementación de huertos orgánicos y comunitarios al interior de áreas protegidas y zonas adyacentes, con el objetivo de generar una cultura de conciencia ambiental para proteger el entorno natural.
Explicó que los huertos tienen un rol primordial en abastecer los hogares con alimentos sanos, sin pesticidas ni químicos, pues, el cultivo es una herramienta para las comunidades y sus beneficios van desde el desarrollo socioeconómico hasta mejoras en la salud consumiendo productos limpios y sanos.
“Actualmente la ingesta de productos alterados químicamente es alta y puede dañar el organismo de forma irremediable. Para poder llevar una vida sustentable y ecológica es fundamental la autogestión y autosuficiencia en varios aspectos, uno de ellos es la alimentación, y los huertos orgánicos son un espacio de tierra en donde se realizan cultivos de hortalizas, legumbres, plantas medicinales, entre otros”, afirma Caicedo.
Comunidad hace todo
Los técnicos y guardaparques de las áreas protegidas son los encargados de instruir a la colectividad paso a paso, cómo se los puede elaborar, además, dar seguimiento al proceso en la mezcla de la tierra de sembrado con abonos orgánicos (naturales) para el crecimiento de los vegetales y el uso de semillas para la germinación y a corto plazo la ciudadanía pueda sacar provecho de lo sembrado.
Pese a que el Ministerio del Ambiente es quien incentiva a implementar los huertos comunitarios, esta labor se la logra de forma articulada creando vínculos con unidades educativas, instituciones y colectividad quienes adquieren el compromiso de regar las semillas por el atardecer para evitar la evaporación y favorecer la infiltración del agua.
También es la comunidad la que realiza la poda periódicamente de los huertos para que se potencien los brotes auxiliares y fructifique mejor, además, ayudan a las plantas dirigiéndolas con ramas o guías de madera para evitar que el tallo toque el suelo.
46 huertos en dos años
El Ministerio del Ambiente reporta que en el 2018, se crearon 20 huertos en centros educativos y comunidades, donde se plantaron 830 plantas de diferente tipo.
En lo que va de 2019, los huertos han aumentado a 26, mientras que las plantas sembradas son 1.371. En la provincia de Esmeraldas los huertos están en zonas adyacentes a las áreas protegidas.
Los viveros comunitario con especies nativas, frutales y ornamentales, son otros de los proyectos del Ministerio del Ambiente, esta semana se implementó uno en la comunidad Voluntad de Dios, en el cantón Quinindé, donde los guardaparques capacitaron a la ciudadanía sobre la importancia de cultivarlos para tener una alimentación equilibrada.