Sus nombres son Melissa Margarita Mourelle Ibarra, pero le gusta que la llamen ‘Mel’. Es hija de la artista profesional esmeraldeña, Melissa Ibarra, conocida como ‘Melissa La Grande’. Ella recuerda que desde niña acompañaba a su mamá a las presentaciones artísticas, por ello, siempre están unidas.
Y fue precisamente esa constancia de ver cantar a su progenitora que motivó a Mel a también inclinarse por el canto. Cuando tenía 4 años le cuentan que fue su primera presentación en público, no recuerda que cantó ni como lo hizo, pero el hecho, que así empezó.
“Me cuenta mi mamá que en uno de esos tantos actos que ella realizó, yo tuve el ánimo de salir y cantar. Al ver esa acción mi madre empezó a educarme musical y vocalmente, empecé a estudiar canto, ahora incluso, soy maestra de música”, contó Mel.
Canción a su papá
A sus 9 años esta artista que ahora tiene 23 años de edad, grabó el tema ‘Si volvieras’, en homenaje a su padre, Hugo Mourelle, quien falleció cuando ella tenía 18 meses de nacida, su mamá escribió la canción y Mel la interpretó.
Ya a los 14 años dejó a un lado el miedo y la timidez, se dedicó a cantar junto a su mamá. Mel recuerda que viajaron por los diferentes cantones de la provincia de Esmeraldas, para presentarse en las fiestas de cada poblado.
“Yo siempre tuve la costumbre de abrazar a mi mamá. Me preguntaba si quería cantar, yo le decía que sí, pero con ella, siempre cantamos juntas cuando recién me inicié en el canto. Mi fortaleza musical fue la artista, Selena Quintanilla”, afirma la hija de ‘Melissa La Grande’.
La balada fue el género de música con el cual inició Mel, luego hizo salsa, incluso fue parte de una banda de rock. Actualmente tiene dos ramificaciones: la música afroesmeraldeña y del litoral ecuatoriano.
Canta y toca percusión
Además de cantante, toca percusión menor en el grupo ‘Sendero’, de Quito, que interpreta música latinoamericana, donde además, está el esmeraldeño, Límber Valencia.
Mell afirma que con su música busca visibilizar y apoyar la música del Ecuador. Parte de sus ocupaciones también es ser maestra de música, trabajo en la parroquia Lagarto, del cantón Rioverde, en tres escuelas rurales, en un proyecto denominado ‘Niños por el arte’.
Actualmente está joven promesa de la música, con raíces esmeraldeña trabaja en la fundación ‘El Triangulo’, en Quito, impartiendo clases de música, lo cual es su pasión desde niña.
Rescatar lo tradicional
Mel dijo que cuanto trabajo en la parroquia Lagarto, del cantón Rioverde, conoció a adultos mayores de un grupo que busca rescatar los arrullos en sus diferentes manifestaciones. Eso la llevó a investigar más sobre ese tema y le gustó, por eso, incursionó por este estilo de música de la cual Esmeraldas es ‘un mundo inmenso’.
‘Marimba y sal prieta’, es el tema musical que Mel grabó en el disco del grupo ‘Sendero’, al cual pertenece, pues, es la voz principal a más de hacer percusión menor.
El pop y ritmos contemporáneos son interpretados por la joven artista esmeraldeña, que por trabajo reside en Quito, pero nunca olvida a su linda y bella tierra Esmeraldas, donde vive su mamá.
Sus nombres son Melissa Margarita Mourelle Ibarra, pero le gusta que la llamen ‘Mel’. Es hija de la artista profesional esmeraldeña, Melissa Ibarra, conocida como ‘Melissa La Grande’. Ella recuerda que desde niña acompañaba a su mamá a las presentaciones artísticas, por ello, siempre están unidas.
Y fue precisamente esa constancia de ver cantar a su progenitora que motivó a Mel a también inclinarse por el canto. Cuando tenía 4 años le cuentan que fue su primera presentación en público, no recuerda que cantó ni como lo hizo, pero el hecho, que así empezó.
“Me cuenta mi mamá que en uno de esos tantos actos que ella realizó, yo tuve el ánimo de salir y cantar. Al ver esa acción mi madre empezó a educarme musical y vocalmente, empecé a estudiar canto, ahora incluso, soy maestra de música”, contó Mel.
Canción a su papá
A sus 9 años esta artista que ahora tiene 23 años de edad, grabó el tema ‘Si volvieras’, en homenaje a su padre, Hugo Mourelle, quien falleció cuando ella tenía 18 meses de nacida, su mamá escribió la canción y Mel la interpretó.
Ya a los 14 años dejó a un lado el miedo y la timidez, se dedicó a cantar junto a su mamá. Mel recuerda que viajaron por los diferentes cantones de la provincia de Esmeraldas, para presentarse en las fiestas de cada poblado.
“Yo siempre tuve la costumbre de abrazar a mi mamá. Me preguntaba si quería cantar, yo le decía que sí, pero con ella, siempre cantamos juntas cuando recién me inicié en el canto. Mi fortaleza musical fue la artista, Selena Quintanilla”, afirma la hija de ‘Melissa La Grande’.
La balada fue el género de música con el cual inició Mel, luego hizo salsa, incluso fue parte de una banda de rock. Actualmente tiene dos ramificaciones: la música afroesmeraldeña y del litoral ecuatoriano.
Canta y toca percusión
Además de cantante, toca percusión menor en el grupo ‘Sendero’, de Quito, que interpreta música latinoamericana, donde además, está el esmeraldeño, Límber Valencia.
Mell afirma que con su música busca visibilizar y apoyar la música del Ecuador. Parte de sus ocupaciones también es ser maestra de música, trabajo en la parroquia Lagarto, del cantón Rioverde, en tres escuelas rurales, en un proyecto denominado ‘Niños por el arte’.
Actualmente está joven promesa de la música, con raíces esmeraldeña trabaja en la fundación ‘El Triangulo’, en Quito, impartiendo clases de música, lo cual es su pasión desde niña.
Rescatar lo tradicional
Mel dijo que cuanto trabajo en la parroquia Lagarto, del cantón Rioverde, conoció a adultos mayores de un grupo que busca rescatar los arrullos en sus diferentes manifestaciones. Eso la llevó a investigar más sobre ese tema y le gustó, por eso, incursionó por este estilo de música de la cual Esmeraldas es ‘un mundo inmenso’.
‘Marimba y sal prieta’, es el tema musical que Mel grabó en el disco del grupo ‘Sendero’, al cual pertenece, pues, es la voz principal a más de hacer percusión menor.
El pop y ritmos contemporáneos son interpretados por la joven artista esmeraldeña, que por trabajo reside en Quito, pero nunca olvida a su linda y bella tierra Esmeraldas, donde vive su mamá.
Sus nombres son Melissa Margarita Mourelle Ibarra, pero le gusta que la llamen ‘Mel’. Es hija de la artista profesional esmeraldeña, Melissa Ibarra, conocida como ‘Melissa La Grande’. Ella recuerda que desde niña acompañaba a su mamá a las presentaciones artísticas, por ello, siempre están unidas.
Y fue precisamente esa constancia de ver cantar a su progenitora que motivó a Mel a también inclinarse por el canto. Cuando tenía 4 años le cuentan que fue su primera presentación en público, no recuerda que cantó ni como lo hizo, pero el hecho, que así empezó.
“Me cuenta mi mamá que en uno de esos tantos actos que ella realizó, yo tuve el ánimo de salir y cantar. Al ver esa acción mi madre empezó a educarme musical y vocalmente, empecé a estudiar canto, ahora incluso, soy maestra de música”, contó Mel.
Canción a su papá
A sus 9 años esta artista que ahora tiene 23 años de edad, grabó el tema ‘Si volvieras’, en homenaje a su padre, Hugo Mourelle, quien falleció cuando ella tenía 18 meses de nacida, su mamá escribió la canción y Mel la interpretó.
Ya a los 14 años dejó a un lado el miedo y la timidez, se dedicó a cantar junto a su mamá. Mel recuerda que viajaron por los diferentes cantones de la provincia de Esmeraldas, para presentarse en las fiestas de cada poblado.
“Yo siempre tuve la costumbre de abrazar a mi mamá. Me preguntaba si quería cantar, yo le decía que sí, pero con ella, siempre cantamos juntas cuando recién me inicié en el canto. Mi fortaleza musical fue la artista, Selena Quintanilla”, afirma la hija de ‘Melissa La Grande’.
La balada fue el género de música con el cual inició Mel, luego hizo salsa, incluso fue parte de una banda de rock. Actualmente tiene dos ramificaciones: la música afroesmeraldeña y del litoral ecuatoriano.
Canta y toca percusión
Además de cantante, toca percusión menor en el grupo ‘Sendero’, de Quito, que interpreta música latinoamericana, donde además, está el esmeraldeño, Límber Valencia.
Mell afirma que con su música busca visibilizar y apoyar la música del Ecuador. Parte de sus ocupaciones también es ser maestra de música, trabajo en la parroquia Lagarto, del cantón Rioverde, en tres escuelas rurales, en un proyecto denominado ‘Niños por el arte’.
Actualmente está joven promesa de la música, con raíces esmeraldeña trabaja en la fundación ‘El Triangulo’, en Quito, impartiendo clases de música, lo cual es su pasión desde niña.
Rescatar lo tradicional
Mel dijo que cuanto trabajo en la parroquia Lagarto, del cantón Rioverde, conoció a adultos mayores de un grupo que busca rescatar los arrullos en sus diferentes manifestaciones. Eso la llevó a investigar más sobre ese tema y le gustó, por eso, incursionó por este estilo de música de la cual Esmeraldas es ‘un mundo inmenso’.
‘Marimba y sal prieta’, es el tema musical que Mel grabó en el disco del grupo ‘Sendero’, al cual pertenece, pues, es la voz principal a más de hacer percusión menor.
El pop y ritmos contemporáneos son interpretados por la joven artista esmeraldeña, que por trabajo reside en Quito, pero nunca olvida a su linda y bella tierra Esmeraldas, donde vive su mamá.
Sus nombres son Melissa Margarita Mourelle Ibarra, pero le gusta que la llamen ‘Mel’. Es hija de la artista profesional esmeraldeña, Melissa Ibarra, conocida como ‘Melissa La Grande’. Ella recuerda que desde niña acompañaba a su mamá a las presentaciones artísticas, por ello, siempre están unidas.
Y fue precisamente esa constancia de ver cantar a su progenitora que motivó a Mel a también inclinarse por el canto. Cuando tenía 4 años le cuentan que fue su primera presentación en público, no recuerda que cantó ni como lo hizo, pero el hecho, que así empezó.
“Me cuenta mi mamá que en uno de esos tantos actos que ella realizó, yo tuve el ánimo de salir y cantar. Al ver esa acción mi madre empezó a educarme musical y vocalmente, empecé a estudiar canto, ahora incluso, soy maestra de música”, contó Mel.
Canción a su papá
A sus 9 años esta artista que ahora tiene 23 años de edad, grabó el tema ‘Si volvieras’, en homenaje a su padre, Hugo Mourelle, quien falleció cuando ella tenía 18 meses de nacida, su mamá escribió la canción y Mel la interpretó.
Ya a los 14 años dejó a un lado el miedo y la timidez, se dedicó a cantar junto a su mamá. Mel recuerda que viajaron por los diferentes cantones de la provincia de Esmeraldas, para presentarse en las fiestas de cada poblado.
“Yo siempre tuve la costumbre de abrazar a mi mamá. Me preguntaba si quería cantar, yo le decía que sí, pero con ella, siempre cantamos juntas cuando recién me inicié en el canto. Mi fortaleza musical fue la artista, Selena Quintanilla”, afirma la hija de ‘Melissa La Grande’.
La balada fue el género de música con el cual inició Mel, luego hizo salsa, incluso fue parte de una banda de rock. Actualmente tiene dos ramificaciones: la música afroesmeraldeña y del litoral ecuatoriano.
Canta y toca percusión
Además de cantante, toca percusión menor en el grupo ‘Sendero’, de Quito, que interpreta música latinoamericana, donde además, está el esmeraldeño, Límber Valencia.
Mell afirma que con su música busca visibilizar y apoyar la música del Ecuador. Parte de sus ocupaciones también es ser maestra de música, trabajo en la parroquia Lagarto, del cantón Rioverde, en tres escuelas rurales, en un proyecto denominado ‘Niños por el arte’.
Actualmente está joven promesa de la música, con raíces esmeraldeña trabaja en la fundación ‘El Triangulo’, en Quito, impartiendo clases de música, lo cual es su pasión desde niña.
Rescatar lo tradicional
Mel dijo que cuanto trabajo en la parroquia Lagarto, del cantón Rioverde, conoció a adultos mayores de un grupo que busca rescatar los arrullos en sus diferentes manifestaciones. Eso la llevó a investigar más sobre ese tema y le gustó, por eso, incursionó por este estilo de música de la cual Esmeraldas es ‘un mundo inmenso’.
‘Marimba y sal prieta’, es el tema musical que Mel grabó en el disco del grupo ‘Sendero’, al cual pertenece, pues, es la voz principal a más de hacer percusión menor.
El pop y ritmos contemporáneos son interpretados por la joven artista esmeraldeña, que por trabajo reside en Quito, pero nunca olvida a su linda y bella tierra Esmeraldas, donde vive su mamá.