El trabajo en el hogar fortifica a adolescentes

TRABAJO. Labores del hogar pueden ser completadas por adolescentes sin que esto los restrinja de sus estudios.
TRABAJO. Labores del hogar pueden ser completadas por adolescentes sin que esto los restrinja de sus estudios.
TRABAJO. Labores del hogar pueden ser completadas por adolescentes sin que esto los restrinja de sus estudios.
TRABAJO. Labores del hogar pueden ser completadas por adolescentes sin que esto los restrinja de sus estudios.
TRABAJO. Labores del hogar pueden ser completadas por adolescentes sin que esto los restrinja de sus estudios.
TRABAJO. Labores del hogar pueden ser completadas por adolescentes sin que esto los restrinja de sus estudios.
TRABAJO. Labores del hogar pueden ser completadas por adolescentes sin que esto los restrinja de sus estudios.
TRABAJO. Labores del hogar pueden ser completadas por adolescentes sin que esto los restrinja de sus estudios.

Además de los estudios, las tareas dentro del hogar son una condición que favorece la conducta de los adolescentes. Una opinión centrada de adultos, pero que también es adoptada por los menores de 18 años del cantón Esmeraldas, quienes ven con efectividad que eso ocurra desde edades tempranas.

La autoridad del padre de familia debe prevalecer ahonda cada uno de ellos, teniendo como ejemplo parte de su vida y así también la rectitud con la que cursan su proceso de estudios, por ejemplo, Elián Angulo, de 16 años, no está pendiente de sus quehaceres domésticos, menos aún los ve como un doble trabajo del cual no está acostumbrado.

Más bien, describe que cada acción realizada puertas adentro de su domicilio, es una réplica de lo que sus padres les han enseñado a él y sus hermanos, pues desde allí empieza opina el estudiante, porque una institución educativa o amigos, no son quienes deben encargarse de ello.

Pequeñas tareas

Lavar los platos, barrer el patio o el interior de la vivienda, arreglar el cuarto, ordenar la ropa, sacar al perro a pasear, son algunas de las recomendaciones que da Víctor Calderón, de 16 años, cuyas tareas ha llevado a cabo y no ve de ningún modo, restricción alguna para que no sean realizadas por sus pares adolescentes.

Empieza argumentando que al día de hoy no las ve como ‘tareas’, sino labores cotidianas que todos en la familia deben cumplir para mantenerse en perfecta armonía.

“Al hombre no lo hace menos si lava un plato, o ayuda a tener la ropa, son ideas que la sociedad ha ido manteniendo, pero nosotros podemos derribarlas”, apunta Calderón.

Del otro lado tenemos a Micaela Loor, de 17 años, quien manifiesta su compromiso a ayudar, acudiendo con su mamá al mercado los fines de semana, preparando los alimentos con ella como una cuestión de aprender y ser más colaborativa en el hogar, una propuesta que espera seguir manteniendo y que sea de modelo para las actuales generaciones.

No ayudar

Para Deisy Rodríguez, de 17 años, su mayor ejemplo también ha sido su madre, quien le ha enseñado a cocinar, no como una tarea destinada fundamentalmente a la mujer, sino para que pueda defenderse sola, conocer de la buena comida casera y experimentar tal vez un gusto por la cocina.

“Nosotros podemos desenvolvernos más, ayudarlos en sus oficios, por ejemplo la ayudo a mi mamá en la cocina, estoy atenta a cualquier pedido que me haga, porque esto no debe desorientarnos de nuestros estudios, es parte de crecer y adoptar responsabilidades”, explicó Capitú Tenorio, de 17 años.

Sin embargo no todos ayudan, varios adolescentes son reacios de emplear su tiempo para las labores domésticas, pero esto también es parte de la educación en el hogar opinan algunos adolescentes, que están de acuerdo en que la sobreprotección no es buena, y que se ahombre o mujer, ambos deben aprender los mismos oficios que implica llevar adelante el funcionamiento de una casa.

Actividades para adolescentes

Entre los quehaceres o labores que pueden realizar los adolescentes, estas pueden ser el guardar sus pertenencias, lavar la ropa y luego doblarla y guardarla, barrer, poner o recoger la mesa, lavar y guardar los platos, alimentar y sacar a caminar a las mascotas de la familia; preparar al menos una vez a la semana los alimentos, entre otras.

‘ASÍ QUIERO A MI CIUDAD’

“A mí me gustaría ver un Esmeraldas correcto, humilde, que acabe la delincuencia y que los jóvenes puedan andar con su familia en las calles sin temor a ser asaltados”. Víctor Angulo, 16 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Manuel Nieto Cadena’.

“Una Esmeraldas con menos delincuencia, sin tantas peleas, que arreglen además las zonas urbanas de la ciudad, no solo las calles principales de acceso sino al ingreso de los barrios”. Micaela Loor, 17 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Libertad de Timbre’.

“Con un parque más grande, donde los niños puedan jugar, con escuelas y colegios más seguros, en donde no exista el alcohol o las drogas”. Elián Angulo, 16 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Manuel Nieto Cadena’.

“Menos delincuencia, que se concentren en arreglar los hospitales y así brinden una mejor asistencia médica, no queremos más muertes que pudieron salvarse en esta linda ciudad”. Deisy Rodríguez, 17 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Libertad de Timbre’.

“Con más empleo, porque los jóvenes están saliendo a robar y no es justo que pase eso, deben apoyarnos, estamos a punto de salir y eso es lo que más necesitamos”. Jaser Angulo, 17 años, Estudiante de la U.E. ‘Margarita Cortés’.

“Que se intervengan las vías principales de Esmeraldas, tenemos muchos huecos y eso no debe pasar. Asimismo componer los parques, reestructurar los juegos y por qué no, colocar nuevos”. Capitú Tenorio, 17 años, Graduada de la U.E. ‘Manuel Nieto Cadena’.

Además de los estudios, las tareas dentro del hogar son una condición que favorece la conducta de los adolescentes. Una opinión centrada de adultos, pero que también es adoptada por los menores de 18 años del cantón Esmeraldas, quienes ven con efectividad que eso ocurra desde edades tempranas.

La autoridad del padre de familia debe prevalecer ahonda cada uno de ellos, teniendo como ejemplo parte de su vida y así también la rectitud con la que cursan su proceso de estudios, por ejemplo, Elián Angulo, de 16 años, no está pendiente de sus quehaceres domésticos, menos aún los ve como un doble trabajo del cual no está acostumbrado.

Más bien, describe que cada acción realizada puertas adentro de su domicilio, es una réplica de lo que sus padres les han enseñado a él y sus hermanos, pues desde allí empieza opina el estudiante, porque una institución educativa o amigos, no son quienes deben encargarse de ello.

Pequeñas tareas

Lavar los platos, barrer el patio o el interior de la vivienda, arreglar el cuarto, ordenar la ropa, sacar al perro a pasear, son algunas de las recomendaciones que da Víctor Calderón, de 16 años, cuyas tareas ha llevado a cabo y no ve de ningún modo, restricción alguna para que no sean realizadas por sus pares adolescentes.

Empieza argumentando que al día de hoy no las ve como ‘tareas’, sino labores cotidianas que todos en la familia deben cumplir para mantenerse en perfecta armonía.

“Al hombre no lo hace menos si lava un plato, o ayuda a tener la ropa, son ideas que la sociedad ha ido manteniendo, pero nosotros podemos derribarlas”, apunta Calderón.

Del otro lado tenemos a Micaela Loor, de 17 años, quien manifiesta su compromiso a ayudar, acudiendo con su mamá al mercado los fines de semana, preparando los alimentos con ella como una cuestión de aprender y ser más colaborativa en el hogar, una propuesta que espera seguir manteniendo y que sea de modelo para las actuales generaciones.

No ayudar

Para Deisy Rodríguez, de 17 años, su mayor ejemplo también ha sido su madre, quien le ha enseñado a cocinar, no como una tarea destinada fundamentalmente a la mujer, sino para que pueda defenderse sola, conocer de la buena comida casera y experimentar tal vez un gusto por la cocina.

“Nosotros podemos desenvolvernos más, ayudarlos en sus oficios, por ejemplo la ayudo a mi mamá en la cocina, estoy atenta a cualquier pedido que me haga, porque esto no debe desorientarnos de nuestros estudios, es parte de crecer y adoptar responsabilidades”, explicó Capitú Tenorio, de 17 años.

Sin embargo no todos ayudan, varios adolescentes son reacios de emplear su tiempo para las labores domésticas, pero esto también es parte de la educación en el hogar opinan algunos adolescentes, que están de acuerdo en que la sobreprotección no es buena, y que se ahombre o mujer, ambos deben aprender los mismos oficios que implica llevar adelante el funcionamiento de una casa.

Actividades para adolescentes

Entre los quehaceres o labores que pueden realizar los adolescentes, estas pueden ser el guardar sus pertenencias, lavar la ropa y luego doblarla y guardarla, barrer, poner o recoger la mesa, lavar y guardar los platos, alimentar y sacar a caminar a las mascotas de la familia; preparar al menos una vez a la semana los alimentos, entre otras.

‘ASÍ QUIERO A MI CIUDAD’

“A mí me gustaría ver un Esmeraldas correcto, humilde, que acabe la delincuencia y que los jóvenes puedan andar con su familia en las calles sin temor a ser asaltados”. Víctor Angulo, 16 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Manuel Nieto Cadena’.

“Una Esmeraldas con menos delincuencia, sin tantas peleas, que arreglen además las zonas urbanas de la ciudad, no solo las calles principales de acceso sino al ingreso de los barrios”. Micaela Loor, 17 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Libertad de Timbre’.

“Con un parque más grande, donde los niños puedan jugar, con escuelas y colegios más seguros, en donde no exista el alcohol o las drogas”. Elián Angulo, 16 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Manuel Nieto Cadena’.

“Menos delincuencia, que se concentren en arreglar los hospitales y así brinden una mejor asistencia médica, no queremos más muertes que pudieron salvarse en esta linda ciudad”. Deisy Rodríguez, 17 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Libertad de Timbre’.

“Con más empleo, porque los jóvenes están saliendo a robar y no es justo que pase eso, deben apoyarnos, estamos a punto de salir y eso es lo que más necesitamos”. Jaser Angulo, 17 años, Estudiante de la U.E. ‘Margarita Cortés’.

“Que se intervengan las vías principales de Esmeraldas, tenemos muchos huecos y eso no debe pasar. Asimismo componer los parques, reestructurar los juegos y por qué no, colocar nuevos”. Capitú Tenorio, 17 años, Graduada de la U.E. ‘Manuel Nieto Cadena’.

Además de los estudios, las tareas dentro del hogar son una condición que favorece la conducta de los adolescentes. Una opinión centrada de adultos, pero que también es adoptada por los menores de 18 años del cantón Esmeraldas, quienes ven con efectividad que eso ocurra desde edades tempranas.

La autoridad del padre de familia debe prevalecer ahonda cada uno de ellos, teniendo como ejemplo parte de su vida y así también la rectitud con la que cursan su proceso de estudios, por ejemplo, Elián Angulo, de 16 años, no está pendiente de sus quehaceres domésticos, menos aún los ve como un doble trabajo del cual no está acostumbrado.

Más bien, describe que cada acción realizada puertas adentro de su domicilio, es una réplica de lo que sus padres les han enseñado a él y sus hermanos, pues desde allí empieza opina el estudiante, porque una institución educativa o amigos, no son quienes deben encargarse de ello.

Pequeñas tareas

Lavar los platos, barrer el patio o el interior de la vivienda, arreglar el cuarto, ordenar la ropa, sacar al perro a pasear, son algunas de las recomendaciones que da Víctor Calderón, de 16 años, cuyas tareas ha llevado a cabo y no ve de ningún modo, restricción alguna para que no sean realizadas por sus pares adolescentes.

Empieza argumentando que al día de hoy no las ve como ‘tareas’, sino labores cotidianas que todos en la familia deben cumplir para mantenerse en perfecta armonía.

“Al hombre no lo hace menos si lava un plato, o ayuda a tener la ropa, son ideas que la sociedad ha ido manteniendo, pero nosotros podemos derribarlas”, apunta Calderón.

Del otro lado tenemos a Micaela Loor, de 17 años, quien manifiesta su compromiso a ayudar, acudiendo con su mamá al mercado los fines de semana, preparando los alimentos con ella como una cuestión de aprender y ser más colaborativa en el hogar, una propuesta que espera seguir manteniendo y que sea de modelo para las actuales generaciones.

No ayudar

Para Deisy Rodríguez, de 17 años, su mayor ejemplo también ha sido su madre, quien le ha enseñado a cocinar, no como una tarea destinada fundamentalmente a la mujer, sino para que pueda defenderse sola, conocer de la buena comida casera y experimentar tal vez un gusto por la cocina.

“Nosotros podemos desenvolvernos más, ayudarlos en sus oficios, por ejemplo la ayudo a mi mamá en la cocina, estoy atenta a cualquier pedido que me haga, porque esto no debe desorientarnos de nuestros estudios, es parte de crecer y adoptar responsabilidades”, explicó Capitú Tenorio, de 17 años.

Sin embargo no todos ayudan, varios adolescentes son reacios de emplear su tiempo para las labores domésticas, pero esto también es parte de la educación en el hogar opinan algunos adolescentes, que están de acuerdo en que la sobreprotección no es buena, y que se ahombre o mujer, ambos deben aprender los mismos oficios que implica llevar adelante el funcionamiento de una casa.

Actividades para adolescentes

Entre los quehaceres o labores que pueden realizar los adolescentes, estas pueden ser el guardar sus pertenencias, lavar la ropa y luego doblarla y guardarla, barrer, poner o recoger la mesa, lavar y guardar los platos, alimentar y sacar a caminar a las mascotas de la familia; preparar al menos una vez a la semana los alimentos, entre otras.

‘ASÍ QUIERO A MI CIUDAD’

“A mí me gustaría ver un Esmeraldas correcto, humilde, que acabe la delincuencia y que los jóvenes puedan andar con su familia en las calles sin temor a ser asaltados”. Víctor Angulo, 16 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Manuel Nieto Cadena’.

“Una Esmeraldas con menos delincuencia, sin tantas peleas, que arreglen además las zonas urbanas de la ciudad, no solo las calles principales de acceso sino al ingreso de los barrios”. Micaela Loor, 17 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Libertad de Timbre’.

“Con un parque más grande, donde los niños puedan jugar, con escuelas y colegios más seguros, en donde no exista el alcohol o las drogas”. Elián Angulo, 16 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Manuel Nieto Cadena’.

“Menos delincuencia, que se concentren en arreglar los hospitales y así brinden una mejor asistencia médica, no queremos más muertes que pudieron salvarse en esta linda ciudad”. Deisy Rodríguez, 17 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Libertad de Timbre’.

“Con más empleo, porque los jóvenes están saliendo a robar y no es justo que pase eso, deben apoyarnos, estamos a punto de salir y eso es lo que más necesitamos”. Jaser Angulo, 17 años, Estudiante de la U.E. ‘Margarita Cortés’.

“Que se intervengan las vías principales de Esmeraldas, tenemos muchos huecos y eso no debe pasar. Asimismo componer los parques, reestructurar los juegos y por qué no, colocar nuevos”. Capitú Tenorio, 17 años, Graduada de la U.E. ‘Manuel Nieto Cadena’.

Además de los estudios, las tareas dentro del hogar son una condición que favorece la conducta de los adolescentes. Una opinión centrada de adultos, pero que también es adoptada por los menores de 18 años del cantón Esmeraldas, quienes ven con efectividad que eso ocurra desde edades tempranas.

La autoridad del padre de familia debe prevalecer ahonda cada uno de ellos, teniendo como ejemplo parte de su vida y así también la rectitud con la que cursan su proceso de estudios, por ejemplo, Elián Angulo, de 16 años, no está pendiente de sus quehaceres domésticos, menos aún los ve como un doble trabajo del cual no está acostumbrado.

Más bien, describe que cada acción realizada puertas adentro de su domicilio, es una réplica de lo que sus padres les han enseñado a él y sus hermanos, pues desde allí empieza opina el estudiante, porque una institución educativa o amigos, no son quienes deben encargarse de ello.

Pequeñas tareas

Lavar los platos, barrer el patio o el interior de la vivienda, arreglar el cuarto, ordenar la ropa, sacar al perro a pasear, son algunas de las recomendaciones que da Víctor Calderón, de 16 años, cuyas tareas ha llevado a cabo y no ve de ningún modo, restricción alguna para que no sean realizadas por sus pares adolescentes.

Empieza argumentando que al día de hoy no las ve como ‘tareas’, sino labores cotidianas que todos en la familia deben cumplir para mantenerse en perfecta armonía.

“Al hombre no lo hace menos si lava un plato, o ayuda a tener la ropa, son ideas que la sociedad ha ido manteniendo, pero nosotros podemos derribarlas”, apunta Calderón.

Del otro lado tenemos a Micaela Loor, de 17 años, quien manifiesta su compromiso a ayudar, acudiendo con su mamá al mercado los fines de semana, preparando los alimentos con ella como una cuestión de aprender y ser más colaborativa en el hogar, una propuesta que espera seguir manteniendo y que sea de modelo para las actuales generaciones.

No ayudar

Para Deisy Rodríguez, de 17 años, su mayor ejemplo también ha sido su madre, quien le ha enseñado a cocinar, no como una tarea destinada fundamentalmente a la mujer, sino para que pueda defenderse sola, conocer de la buena comida casera y experimentar tal vez un gusto por la cocina.

“Nosotros podemos desenvolvernos más, ayudarlos en sus oficios, por ejemplo la ayudo a mi mamá en la cocina, estoy atenta a cualquier pedido que me haga, porque esto no debe desorientarnos de nuestros estudios, es parte de crecer y adoptar responsabilidades”, explicó Capitú Tenorio, de 17 años.

Sin embargo no todos ayudan, varios adolescentes son reacios de emplear su tiempo para las labores domésticas, pero esto también es parte de la educación en el hogar opinan algunos adolescentes, que están de acuerdo en que la sobreprotección no es buena, y que se ahombre o mujer, ambos deben aprender los mismos oficios que implica llevar adelante el funcionamiento de una casa.

Actividades para adolescentes

Entre los quehaceres o labores que pueden realizar los adolescentes, estas pueden ser el guardar sus pertenencias, lavar la ropa y luego doblarla y guardarla, barrer, poner o recoger la mesa, lavar y guardar los platos, alimentar y sacar a caminar a las mascotas de la familia; preparar al menos una vez a la semana los alimentos, entre otras.

‘ASÍ QUIERO A MI CIUDAD’

“A mí me gustaría ver un Esmeraldas correcto, humilde, que acabe la delincuencia y que los jóvenes puedan andar con su familia en las calles sin temor a ser asaltados”. Víctor Angulo, 16 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Manuel Nieto Cadena’.

“Una Esmeraldas con menos delincuencia, sin tantas peleas, que arreglen además las zonas urbanas de la ciudad, no solo las calles principales de acceso sino al ingreso de los barrios”. Micaela Loor, 17 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Libertad de Timbre’.

“Con un parque más grande, donde los niños puedan jugar, con escuelas y colegios más seguros, en donde no exista el alcohol o las drogas”. Elián Angulo, 16 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Manuel Nieto Cadena’.

“Menos delincuencia, que se concentren en arreglar los hospitales y así brinden una mejor asistencia médica, no queremos más muertes que pudieron salvarse en esta linda ciudad”. Deisy Rodríguez, 17 años, Estudiante de bachillerato U.E. ‘Libertad de Timbre’.

“Con más empleo, porque los jóvenes están saliendo a robar y no es justo que pase eso, deben apoyarnos, estamos a punto de salir y eso es lo que más necesitamos”. Jaser Angulo, 17 años, Estudiante de la U.E. ‘Margarita Cortés’.

“Que se intervengan las vías principales de Esmeraldas, tenemos muchos huecos y eso no debe pasar. Asimismo componer los parques, reestructurar los juegos y por qué no, colocar nuevos”. Capitú Tenorio, 17 años, Graduada de la U.E. ‘Manuel Nieto Cadena’.