Madrid por Santiago

Rosalía Arteaga Serrano

La grave situación por la que atraviesa Chile, en medio del convulsionado panorama que, como en una especie de contagio y reguero de pólvora, cruza por toda América Latina, ha hecho que importantes eventos internacionales que debían realizarse en la capital chilena, hayan tenido que suspenderse, o, como en el caso de la COP 25, trasladarse a Madrid, como una medida de emergencia.

A pesar de toda la planificación y el esfuerzo realizado por el gobierno chileno, es imposible que una conferencia internacional pueda llevarse a cabo allá. Madrid está asumiendo este importante compromiso, sin dejar de reconocer el trabajo previo realizado con enorme esfuerzo por el país sudamericano.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en su edición número 25, se efectuará entre el 2 y el 13 de diciembre en Madrid, bajo la presidencia de Chile. La Conferencia nace de la preocupación por el vínculo del ser humano con el medio ambiente, a raíz de los informes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático.

Conforme más conocemos sobre la afectación que las acciones antrópicas causan al planeta y el riesgo que corremos como especie humana, la relevancia de este tipo de reuniones se incrementa. A pesar de las declaraciones de ciertos gobiernos y de la falta de acciones eficaces, son muchas las voces que se levantan sobre la necesidad de posiciones más firmes y compromisos reales sobre lo que se puede hacer tanto a nivel gubernamental como personal.

Las ciudades, como las organizaciones sociales que tienen una mayor cercanía con las necesidades de sus habitantes, han tomado un liderazgo que seguramente crecerá con el tiempo. Estaremos atentos a lo que se resuelva en la COP 25, pero sobre todo a las acciones que realmente se implementen.

[email protected]

Rosalía Arteaga Serrano

La grave situación por la que atraviesa Chile, en medio del convulsionado panorama que, como en una especie de contagio y reguero de pólvora, cruza por toda América Latina, ha hecho que importantes eventos internacionales que debían realizarse en la capital chilena, hayan tenido que suspenderse, o, como en el caso de la COP 25, trasladarse a Madrid, como una medida de emergencia.

A pesar de toda la planificación y el esfuerzo realizado por el gobierno chileno, es imposible que una conferencia internacional pueda llevarse a cabo allá. Madrid está asumiendo este importante compromiso, sin dejar de reconocer el trabajo previo realizado con enorme esfuerzo por el país sudamericano.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en su edición número 25, se efectuará entre el 2 y el 13 de diciembre en Madrid, bajo la presidencia de Chile. La Conferencia nace de la preocupación por el vínculo del ser humano con el medio ambiente, a raíz de los informes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático.

Conforme más conocemos sobre la afectación que las acciones antrópicas causan al planeta y el riesgo que corremos como especie humana, la relevancia de este tipo de reuniones se incrementa. A pesar de las declaraciones de ciertos gobiernos y de la falta de acciones eficaces, son muchas las voces que se levantan sobre la necesidad de posiciones más firmes y compromisos reales sobre lo que se puede hacer tanto a nivel gubernamental como personal.

Las ciudades, como las organizaciones sociales que tienen una mayor cercanía con las necesidades de sus habitantes, han tomado un liderazgo que seguramente crecerá con el tiempo. Estaremos atentos a lo que se resuelva en la COP 25, pero sobre todo a las acciones que realmente se implementen.

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La grave situación por la que atraviesa Chile, en medio del convulsionado panorama que, como en una especie de contagio y reguero de pólvora, cruza por toda América Latina, ha hecho que importantes eventos internacionales que debían realizarse en la capital chilena, hayan tenido que suspenderse, o, como en el caso de la COP 25, trasladarse a Madrid, como una medida de emergencia.

A pesar de toda la planificación y el esfuerzo realizado por el gobierno chileno, es imposible que una conferencia internacional pueda llevarse a cabo allá. Madrid está asumiendo este importante compromiso, sin dejar de reconocer el trabajo previo realizado con enorme esfuerzo por el país sudamericano.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en su edición número 25, se efectuará entre el 2 y el 13 de diciembre en Madrid, bajo la presidencia de Chile. La Conferencia nace de la preocupación por el vínculo del ser humano con el medio ambiente, a raíz de los informes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático.

Conforme más conocemos sobre la afectación que las acciones antrópicas causan al planeta y el riesgo que corremos como especie humana, la relevancia de este tipo de reuniones se incrementa. A pesar de las declaraciones de ciertos gobiernos y de la falta de acciones eficaces, son muchas las voces que se levantan sobre la necesidad de posiciones más firmes y compromisos reales sobre lo que se puede hacer tanto a nivel gubernamental como personal.

Las ciudades, como las organizaciones sociales que tienen una mayor cercanía con las necesidades de sus habitantes, han tomado un liderazgo que seguramente crecerá con el tiempo. Estaremos atentos a lo que se resuelva en la COP 25, pero sobre todo a las acciones que realmente se implementen.

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La grave situación por la que atraviesa Chile, en medio del convulsionado panorama que, como en una especie de contagio y reguero de pólvora, cruza por toda América Latina, ha hecho que importantes eventos internacionales que debían realizarse en la capital chilena, hayan tenido que suspenderse, o, como en el caso de la COP 25, trasladarse a Madrid, como una medida de emergencia.

A pesar de toda la planificación y el esfuerzo realizado por el gobierno chileno, es imposible que una conferencia internacional pueda llevarse a cabo allá. Madrid está asumiendo este importante compromiso, sin dejar de reconocer el trabajo previo realizado con enorme esfuerzo por el país sudamericano.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en su edición número 25, se efectuará entre el 2 y el 13 de diciembre en Madrid, bajo la presidencia de Chile. La Conferencia nace de la preocupación por el vínculo del ser humano con el medio ambiente, a raíz de los informes del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático.

Conforme más conocemos sobre la afectación que las acciones antrópicas causan al planeta y el riesgo que corremos como especie humana, la relevancia de este tipo de reuniones se incrementa. A pesar de las declaraciones de ciertos gobiernos y de la falta de acciones eficaces, son muchas las voces que se levantan sobre la necesidad de posiciones más firmes y compromisos reales sobre lo que se puede hacer tanto a nivel gubernamental como personal.

Las ciudades, como las organizaciones sociales que tienen una mayor cercanía con las necesidades de sus habitantes, han tomado un liderazgo que seguramente crecerá con el tiempo. Estaremos atentos a lo que se resuelva en la COP 25, pero sobre todo a las acciones que realmente se implementen.

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