Justicia 1, corrupción 0

Fue rechazada la recusación que interpusieron los abogados de Correa al Tribunal que lo está juzgando por uno de los casos más indignantes de corrupción institucionalizada que se conoce: ‘Arroz verde’ como era antes, hoy sobornos 2012-2016. Esto es un verdadero golazo por parte de la justicia ecuatoriana a esta estructura de “delincuencia organizada”, como la calificó la Fiscal General, cuyo cabecilla RCD o SP hizo uso y abuso del poder y de fondos oscuramente obtenidos, absolutamente ilegales y malhabidos, a favor suyo y de la banda de rufianes que desgraciadamente por una década gobernó nuestro país a su gusto y capricho. Es muy claro que la tal recusación no es más que una forma de dilatar y entorpecer el proceso que se sigue, una argucia que por ahora fue tan mal planteada y sin fundamento que categóricamente rechazada.

Siempre los abogados abusan de este recurso para este antiético fin, en este proceso va en total la cuarta recusación, cuando podían hacerse solo dos. Esto hace evidente la falta de argumentos que los robolucionarios tienen en su defensa, ante el cúmulo de aplastantes pruebas esgrimidas por la Fiscalía, que demuestran sus trafasías; como siempre sin ninguna vergüenza y gran cinismo los susodichos vociferan su inocencia, talvez exigen que les muestren algún recibo o factura donde firmaron, ya sabemos que ningún corrupto firma luego de cometer robo, cohecho, soborno o coima.

El objetivo final del capo de esta bien organizada banda delincuencial, que se atrevió a amenazar a jueces, fiscales y testigos al más puro estilo de la mafia siciliana, no es otro que llegar a poder inscribirse como candidato, para vicepresidente o asambleísta, evadiendo así las consecuencias de sus actos y restaurando nuevamente el imperio del abuso, el despilfarro y la corrupción generalizada, donde era el quien ponía jueces, fiscal, contralor, etc.

Tengo fe en que eso no volverá, únicamente está en los desquiciados afanes del capo y en los trasnochados sueños de sus lacayos. Solo pensar en aquel tiempo que por una década nos sumió en la más degradante corrupción, al ver ahora uno a uno descubiertos a quienes fungían muy orondos como dignatarios nuestros, me recuerdan unas líneas de ‘Cuando los guayacanes florecían’ del insigne Nelson Estupiñán Bass: “Se levantaban orgullosos en medio de la escoria, y vivían de la miasma que destilan los pantanos, por eso yo le pido reverente a la historia, que olvide vuestros nombres, y os designe los gusanos”.

mailto:[email protected]