Millones al desempleo

Las cifras de desempleo a escala mundial son alarmantes. En las últimas dos semanas, más de 10 millones de norteamericanos han engordado las cifras de desempleo. En Francia, han sido 4 millones, y 800 mil en España. No existen cifras concretas en América Latina.

En Ecuador, las industrias que son intensivas en mano de obra han tenido que recurrir a recortar su personal, con o sin restricciones normativas.

La Cepal estima que el desempleo en la región crecerá 10%. Los sectores más afectados serían aquellos relacionados con las exportaciones, el turismo, el mercado de ‘comodities’ y la poca inversión. La caída permeará a todas las empresas, que deberán tomar decisiones radicales.

Otros países de la región, EE.UU. y Europa han destinado ayudas a las empresas para conservar su fuerza laboral, por medio de moras tributarias y patronales, subsidios al personal, y otros directos. Con marcada diferencia, el Ecuador no ha implementado líneas de supervivencia para el sector. Pensando que con prohibir los despidos se subsanarán los problemas estructurales de la microeconomía, se intenta tapar el sol con un dedo.

Los números hablan por sí mismos. Es lamentable que por motivación política, la autoridad no se pronuncie por la intención de conservar la mayor cantidad de empleos posibles al tiempo de mantener la mayor cantidad de empresas operativas.

Los pagos directos a la población de bajos recursos, así como la distribución de alimentos, son un paliativo ciertos sectores, pero existe un colchón de la población que se desliza entre las grietas del empleo y el subempleo, y que va a requerir un esfuerzo extraordinario para sobrellevar la pan.