Incertidumbre vehicular

La incertidumbre se ha vuelto omnipresente en la vida diaria, a partir de que el Covid-19 irrumpiera en ‘la normalidad’. Y, en lugar de ayudar a paliarla y crear certezas, las autoridades de tránsito en todo el país se empeñan en adueñarse de un innecesario protagonismo.

La Agencia Nacional de Tránsito (ANT), con sus 1.009 empleados a nivel nacional y más de un millón de dólares en sueldos mensuales -en pandemia-, no logra determinar la política a seguir con respecto a las revisiones técnicas y a la matriculación de vehículos.

Es tal el caos, que en Quito, apenas se informó que se abriría la matriculación en 2020, luego de declarada la emergencia sanitaria el 16 de marzo, pero sin el requisito previo de la revisión técnica vehicular, 4.000 vehículos accedieron al trámite y actualizaron sus matrículas.

Poco después, la ANT dejó sin efecto la decisión de la Agencia Metropolitana de Tránsito (ANT) en Quito y se exigió la revisión; para luego revocar de nuevo. Hoy, todo el proceso está suspendido por el desacuerdo de las autoridades.

En Guayaquil se reanudaron ambos procesos el 20 de mayo, sin problema ni quejas. En Cuenca, se mantuvo la revisión con el ánimo de no ‘molestar’ al concesionario: la empresa con la que se terceriza la revisión tiene un contrato hasta 2024. En Ambato, obtener un turno es virtualmente imposible.

Pero en las calles de otras ciudades reina el caos. Los estrictos controles vehiculares a pretexto de las placas permitidas cada día son una excusa para la extorsión a ciudadanos que no saben qué responder cuando un agente reclama la matrícula ‘vencida’. ¿A quién le corresponde poner orden?

La incertidumbre es la condición que lleva al humano a desarrollar sus poderes.

Erich Fromm (1900-1980) Psicoanalista y humanista; Alemania.

Desde que la incertidumbre se volvió compañera, el liderazgo retrocedió al territorio del control

Margaret Wheatley (1944- ) Psicóloga organizacional; EE.UU.