Urge un plan de interconexión

Es evidente el retraso tecnológico y de interconexión que existe en el país. El Ministerio de Telecomunicaciones habla de licitar la bandas para lograr tecnología 5G y de que 13 millones de teléfonos inteligentes están en funcionamiento, pero la realidad es que menos del 17% de la población rural tiene conexión fija al servicio. Con la pandemia, el Internet se convirtió en un servicio básico.

El Estado debe adoptar una política proactiva que priorice no el crecimiento y salud de su empresa de telecomunicaciones, como las de la competencia privada, ni tampoco la recaudación de impuestos derivados del sector, sino la inversión que significa tener una población verdaderamente conectada.

Negociar con la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel) para lograr planes populares a bajo costo, prohibir el corte del servicio por falta de pago, o pedir a la población que evite los videojuegos no constituyen una política de Estado, son meros paliativos que alivian pero no curan.

Otra falencia que evidenció la pandemia es la inhabilidad del mercado de resolverlo todo, especialmente las necesidades de poblaciones con escaso poder adquisitivo. Para eso sí se requiere la intervención del Estado, a manera de, por ejemplo, una compensación tributaria para las empresas que inviertan en extender su cobertura a zonas aún no conectadas. Renunciar a una dosis de recaudación inmediata, se compensaría con proveer a la gente de una herramienta básica que mejorará sus oportunidades de educarse y salir de la pobreza.

Es tan moral robar al ciudadano, como gravar con impuestos a los bienes que le son esenciales.”

Albert Camus (1913-1960) Filósofo, periodista y Nobel de Literatura; Algeria.

Por justicia, tratamos de reducir impuestos a la clase media y elevarlos para el 1% más rico.

Justin Trudeau (1971- ) Primer Ministro; Canadá.