El cuento chino en Galápagos

Ecuador es parte de la Convención del Mar de la ONU desde 2012, en el segundo mandato de Rafael Correa, cuando se renunció a las 200 millas de mar territorial, quedando solo en 12 y 188 de zona económica exclusiva. Fue la “última mutilación territorial” de la historia ecuatoriana. En otros tiempos, el expresidente hubiese sido declarado “traidor a la patria”…

Hace poco, la marina alertó sobre 260 barcos extranjeros cerca de la zona económica exclusiva de Galápagos, como en 2017, cuando los guardacostas interceptaron al buque chino Fu Yuan Yu Leng, que ingresó ilegalmente en la reserva marina insular. Hoy ese buque se llama Hualcopo.

El ministro de Defensa dice que ningún buque extranjero “ha incursionado o violentado la zona económica exclusiva. Las embarcaciones se están moviendo cerca, pero en aguas internacionales. Si los barcos llegasen a entrar a la Reserva Marina, la Fuerza Naval actuará como corresponde”.

Desde la adhesión a la Convemar, se declinó la tesis del mar territorial, reconocido por Chile, Perú y Ecuador en la Declaración de Santiago de 1952. Mar territorial y zona económica exclusiva no son igual, porque en ésta se excluye derechos de soberanía territorial marítima.

¿Por qué los chinos pescan allí? Donde opera su flota hay alta concentración de especies marinas y un giro de la corriente de Humboldt al oeste, con muchos ecosistemas. Es paso obligado de tiburones, delfines, tortugas y ballenas, que se capturan fácilmente. La pesca ilegal no es el único problema: hay narcotráfico, terrorismo y piratería. Según la Convemar, en la zona económica exclusiva las flotas pueden navegar pacíficamente. Si no lo hacen, el país ribereño puede detener las naves.

«Es un nuevo espacio marítimo de carácter económico, como su nombre indica”, señala la Convemar. “Es un área situada más allá del mar territorial y adyacente. Los derechos y la jurisdicción del Estado ribereño y de otros Estados se rigen por esta Convención”. Si otros Estados también tienen derechos y libertades en esa zona, no hay soberanía territorial marítima del Estado ribereño. Falta un estudio para ampliar la plataforma continental en 350 millas marinas en la cordillera de Carnegie, hasta 2022 o se perdería ese derecho de explotación.

Al desistir de la tesis de las 200 millas, por 12 de mar territorial y 188 de la llamada zona económica exclusiva, se perdió un millón de kilómetros cuadrados, cuatro veces más que el territorio continental. Sabiendo todo eso, los chinos van a seguir pescando en Galápagos.

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