El Día Universal del Niño

El primero de junio se celebró el día universal del Niño en todo el mundo, es justo y necesario rendir un homenaje a su magnificencia el niño, ya que la dulzura y ternura que producen los pequeños seres que son la razón de ser y de existir en la vida con la esperanza de tener días mejores, nos remontan antiguas añoranzas con la pureza de su alma inocente, nos hacen revivir nuestra niñez con sus ocurrencias.

Y deseamos que nunca pase de este estado, para que no se empañe su corazón con los males, egoístas y de lo mórbido de la gente contaminada por el virus del vicio, la hipocresía, la mentira y saturados por la corrupción que pululan por doquier. La palabra Niño encierra lo más sublime como lo es el amor, ternura, pureza, alegría e inocencia, por eso en una de las parábolas de Jesús, les reprochaba a sus discípulos cuando impedían a los niños acercarse a esa figura radiante de luz y sublime como lo fue el Maestro y les decía “Dejad que los niños vengan a Mi”.

Aquellos niños que viven de la fantasía, de la esperanza de tener días mejores, de nuevos rumbos que no saben de tristezas, dolor angustian, ni de lágrimas. Deberíamos los adultos aprender de los niños de esa verdadera transparencia a la democracia, en donde no hay discriminación racial: el negro, el blanco, el indio, el mulato, el moreno, todos nacen con el don de jugar de diferentes maneras en diferentes circunstancias y tiempos de vida que tengan, su manifestación de jugar lo hacen insistentemente y con este despiertan sus aptitudes.

Los niños son la alegría de vivir, para sus padres, hermanos, abuelos, tíos primos y demás, ejercitando su capacidad y poniendo en marcha su entusiasmo, su fuerza física, un niño siempre necesita de la dulzura de su madre y poseen muchas cualidades y si las conservan hasta adultos, muchas conquistas se alcanzarían en el desarrollo y progreso de los pueblos.