Tráfico de carnets

Mientras el Consejo Nacional Electoral se pone de acuerdo, es evidente que nos encontramos en campaña electoral. A diario, un nuevo escándalo en el que los acusados del anterior apuntan el dedo a los protagonistas de turno. En el medio, bochornosas acusaciones de corrupción, tráfico de influencias y algunos incautos que quedan atrapados en el cruce de fuego. La justicia tiene sus manos llenas y ahora deberá investigar si es que hubo incorrectas asignaciones y uso de de carnets de discapacidad.

La ley es clara: usar certificados de discapacidad sin padecer ninguna constituye un delito de falsificación y uso doloso de documento falso. La sanción conlleva entre cinco y siete años de cárcel, según al artículo 328 del COIP, y recaerá sobre la persona que de forma engañosa obtuvo un carnet de discapacidad, así como sobre quien lo emitió.

La indignación es generalizada y la injusticia, evidente. Miles de personas han hecho lo imposible por obtener el documento, que resulta de gran beneficio para quienes verdaderamente son sujetos de alguna discapacidad; muchos han sufrido años de espera y, otros, han debido ‘pagar’ por obtener un beneficio que debería ser obligación del Estado proveer y privilegio de los necesitados obtener.

El Decreto que, de manera extermporánea emite la Presidencia, se queda corto. Lo que urge es una reforma a la ley que ate las manos de los vivos que aprovechan y lucran de una supuesta ‘discapacidad’ para importar autos de lujo, obtener descuentos que minan los recursos de otros y desacreditan la noble misión de la Ley de asistir a quienes sí lo necesitan.

Cuando no se tiene el coraje de vivir como se piensa, se termina por pensar como se vive”.

Victoria Ocampo (1890-1979) Escritora, intelectual y filántropa argentina.

Debemos aceptar decepciones finitas, pero nunca perder la esperanza infinita.

Martin Luther King, Jr. Activista norteamericano