Turismo, pandemia y políticas públicas

El sector turístico ha sido uno de los grandes perdedores de la época de pandemia, a la par del sector de transportes. Específicamente el empresario turístico de hospedaje, alimentos & bebidas, sitios de entretenimiento y otros, se han visto obligados a cerrar sus negocios por ausencia de clientes y reservaciones canceladas, con la incertidumbre de no saber cuándo van a volver a tenerlos, por más promoción que se realice. Empresarios pequeños, medianos y grandes; proveedores de productos, insumos y servicios al sector; micro empresarios de las artesanías y una larga cadena de ciudadanos dependientes directos o indirectos de la actividad turística se han quedado paralizados y muchos quebrados. Es aquí donde se demuestra el peso específico de este sector en la economía y su importancia social.

Si el empresario turístico ha quedado sin ingresos, con deudas al sistema financiero, a proveedores y a terceros, y además no puede abandonar su sitio de negocio al cual debe brindar cuidados mínimos de mantenimiento; si nadie sabe cuándo se recuperará la actividad; y, si además los acreedores no perdonan, han llegado al peor de los mundos. Es allí cuando debe entrar la ayuda y asistencia del Estado nacional y local. Hemos conocido que el Ministerio de Turismo ha promulgado una serie de políticas públicas orientadas a brindar determinados apoyos al sector; esperemos exista el financiamiento suficiente para su implementación. No hemos conocido si los GAD que jurídicamente tienen que ver con el fomento productivo y el desarrollo económico local, se encuentren haciendo lo propio. La inversión, el empleo y por lo tanto los negocios tienen que ser motivo de una gran operación de salvataje por parte del Estado, en sus cuatro niveles: nacional, provincial, cantonal y parroquial.

Si usted amable lector decidiera viajar por cualquier motivo, que es lo que esperaría encontrar en un lugar de servicios turísticos?. Contar con suficiente información previa y que el establecimiento le garantice un buen sistema de prevención para su salud, además de una mejorada calidad del servicio. Para esto, los empresarios tienen que realizar modificaciones físicas, contar con protocolos de atención, capacitar a los empleados, garantizar correcto manejo de desechos, e idealmente presentar certificaciones de calidad; todo esto con dinero que no tienen! . Es allí donde debe asistir no solamente la política pública local que mire tanto la asistencia técnica como la financiera. Es cuando justifica largamente la inversión de fondos públicos, porque este problema sectorial está generando consecuencias de índole social.