Matrimonio indígena

POR: Manuel Báez R.

Afortunadamente, debido a una gentil invitación tuve la oportunidad de asistir a la ceremonia de un matrimonio indígena perteneciente a la parroquia de San Roque, en cuyos predios de propiedad de sus padres se llevó a cabo este hecho, a manera de ritual, por lo que me permito relatar tan singular acontecimiento:

Esta ceremonia tradicional pertenece al anonimato, debido al gran tiempo transcurrido, por lo que es considerado como tradicional, que nació allá como 300 años antes de la conquista española. Esta expresión de arte está documentada por una serie de libros de cordel y hojas sueltas por una parte, tanto como en la memorización de todas las corrientes con sus variadas clases sociales.

Paulatinamente van llegando al lugar de concentración lo invitados que sobrepasan los 200. Se tiene preparado todo el material que se utiliza como pétalos de rosas, ortiga, una cruz andina, un recipiente con abundante agua, la música sale de instrumentos andinos como flautas y bombo, con un sonido de profunda melancolía para que todos los asistentes se encuentran con melodías venidas del más allá.

Suena un silbato que convoca el alcalde y su equipo de la propia comunidad. Empieza este ritual, diría yo es una limpia frente al público. Los padrinos son lavados con flores mojadas, la cara, los brazos y los pies; la misma operación se repite con los padres del novio y la novia; luego la pareja de novios mutuamente se lavan la cara, los brazos y los pies. Esta ceremonia se lleva a cabo en plena calle de la población y significa una completa limpieza de las impurezas y quedan protegidos de todo mal para entrar en prosperidad.

Concluida esta ceremonia, los protagonistas besan la cruz de sincretismo a la que todos le muestran reverencia. Ahora todos los invitados pasan al interior de la casa donde espera una orquesta y buena comida.