Una variedad de productos artesanales elaboran las mujeres de la comunidad La Magdalena, en el valle de Íntag, con la lufa como materia prima.
Cotacachi.
La unidad y calidez de los pobladores del valle de Íntag es quizá una de las principales características de la zona, además de los exóticos paisajes tropicales que abundan en el territorio.
La minería es la enemiga de esa zona, pero los comuneros no solo rechazan a modo de palabras esta actividad, sino que para demostrar que su territorio puede ser aprovechado de diversas formas sin dañarlo, generan propuestas autosustentables que les permite vivir en armonía con el medio ambiente generándoles recursos para el subsistir de sus familias.
Uno de esos emprendimientos, que es parte de la Corporación Talleres del Gran Valle de Íntag, que reúne a más proyectos, son las artesanías de lufa, una fibra natural que se obtiene del fruto en forma de zucchini o calabacín con el mismo nombre.
Gabriela Escobar, una de las artesanas, explicó que la fibra posee características aptas para elaborar toda una gama de productos para el hogar, accesorios y cuidado personal.
Proceso
Luego de seis meses desde que se siembra, el fruto de la lufa está apto para ser cosechado. La plantación, que es una enredadera, da aproximadamente 10 frutos en un año y medio, según explicó Gabriela.
Tras cosechar, se pisa el fruto para quebrar su corteza. Luego se deja en agua entre tres a cuatro días para que la misma se pudra y se pueda retirar. Tras este proceso se desinfecta la fibra colocándola en cloro. Tras secarla y pasarla por una especie de aplanadora, se obtiene una tela que está lista para ser utilizada. En caso de querer la fibra de color, se coloca tinta de ropa para colorear.
Al ser como una tela, la manipulación es fácil y puede ser moldeada según los diseños y tipo de productos.
Artesanías
De la lufa se elaboran las conocidas esponjas para baño, pero también lámparas, adornos y carteras, alfombras, llaveros y más.
Según señaló la artesana, sus productos han sido exportados a países como España, Francia, Estados Unidos, Japón y Brasil, de igual forma se comercializan en el país, por ejemplo en Quito, en las tiendas Camari, en Santa Clara. Los precios varían dependiendo el artículo, pero todos están al alcance del bolsillo. Las emprendedoras venden sus artículos bajo pedido y por catálogo.
En cuanto al beneficio de esos productos para el cuidado personal, Gabriela explicó que al ser una fibra natural tiene propiedades exfoliantes para la piel, por lo que las esponjas de baño son los principales productos que se encuentran en diferentes tiendas del mercado nacional e internacional.
Asimismo esto les permite sustentar a sus familias y representar un motor de desarrollo económico y social de la comunidad. (CFDA)
Otros emprendimientos
Dentro de la Corporación Talleres del Gran Valle hay más familias, hombres y mujeres organizadas que emprendieron proyectos aprovechando lo que su tierra les ofrece.
Por ejemplo, jóvenes generaron una fábrica de yogurt artesanal que se comercializa en todo Íntag y que busca llegar a más mercados. Asimismo se exporta tres tipos de fréjol seco empacado al vacío, que es apetecido en Italia. Además de café, cacao y orquídeas.
El turismo comunitario también es una de las actividades que se desarrolla. Puede visitar el paradero turístico La Hormiga Verde, donde doña Carmen Rodríguez, quien recibe a los turistas en sus cabañas en medio de un paisaje tropical.
El taller Grupo Renacer, integrado por mujeres de la comunidad de La Magdalena, en Íntag, cantón Cotacachi, comercializan los productos de lufa en Casa Íntag en Otavalo, tienda Camari en Quito y bajo pedido.