Apadrinamiento para mejorar condiciones de vida de niños con discapacidad en Imbabura

Referencia. Con el aporte contribuye a que los pequeños puedan continuar educándose y tengan mejores condiciones de vida.
Referencia. Con el aporte contribuye a que los pequeños puedan continuar educándose y tengan mejores condiciones de vida.

Ibarra.

El garantizar que los niños con discapacidad de escasos recursos puedan continuar sus estudios y su rendimiento académico no se vea afectado, además de hacer de ellos personas con más seguridad, esperanza y autoestima, son los objetivos del programa de apadrinamiento que promueve el Grupo de Voluntarios El Maná.

Marcelo Valverde, representante de El Maná, expresó que esta iniciativa surgió hace dos años bajo la idea de generar mayor inclusión y sobre todo brindar esperanza para los pequeños que padecen diferentes discapacidades.

Apadrinamiento

El grupo en mención se encarga de todo el proceso de selección de padrinos. Según explicó Marcelo, el programa se efectúa en coordinación con tres instituciones: U.E. de Sordos de Imbabura, Instituto de Educación Especial y Capini, el grupo de no videntes.

“El programa de apadrinamiento consiste en que la persona sea quien da alegría, esperanza, fe, con el aporte emocional, anímico y económico. El principio es que el niño siga estudiando, siga mejorando…”, comentó Marcelo.

En cada una de las instituciones hay un delegado que se encarga de acompañar el proceso y de identificar a los niños que más requieren de apoyo. Según se indicó, son cinco niños o niñas de cada institución que se escogen para el programa, tras ello se busca a sus padrinos.

Sobre el proceso, el representante del grupo de voluntariado en mención, sostuvo que se centran en que la persona interesada en apadrinar tenga el compromiso de ayudar al infante.

Para ello los interesados deben enviar una hoja de vida, mediante la cual se conoce algunos datos de la persona y referencias, y sobre todo para garantizar el cuidado y seguridad del niño, además del compromiso y responsabilidad de la persona.

“Creemos que un padrino debe ser sobre todo una persona honesta, y que actúe desinteresadamente”, dijo Valverde. Tras ello, desde el grupo de voluntariado se da seguimiento y luego se selecciona a las personas para una entrevista, y finalmente el padrino firma un compromiso directamente con la institución.

“El objetivo es llevar fe, alegría y esperanza a nuestros niños. Con el apadrinamiento creemos que ellos pueden mejorar”, añadió.

Aporte

Quien apadrina a un niño o niña con discapacidad, además de poder aportar con tiempo y apoyo emocional y afectivo, realiza un aporte de 20 dólares al mes a la institución donde se encuentre el niño, los cuales se invierten en la alimentación en caso de la Institución de Educación Especial y U.E. de Sordos.

Para Capini, el aporte del padrino se invierte en el transporte, ya que la mayoría de niños vienen de la ruralidad o de barrios de la periferia, y no cuentan con recursos para movilización.

Por otro lado, Marcelo indicó que la idea es ayudar y dar un aporte, pero también se trabaja con los padres de familia con la finalidad de impulsarles a continuar buscando alternativas para que sus hijos continúen sus estudios.

El programa pretende generar una cultura de solidaridad e inclusión, aportando a mejorar el estilo de vida de los niños con discapacidad. (CFDA)

TOME NOTA

Si quiere ser parte de este programa como padrino de un niño o niña puede enviar su hoja de vida al correo del Grupo de Voluntarios el Maná: [email protected]