Redacción IBARRA.
Cerca de 15 personas se dieron cita en la parte externa de la Fiscalía Provincial de Imbabura, todos eran allegados, familiares y conocidos de Andrés Padilla, muerto el pasado 23 de agosto tras recibir un disparo en su cabeza en medio de una revuelta generada en el Control Integrado de Mascarilla.
Los manifestantes, entre cánticos y gritos exigían que la situación legal que se persigue en contra de David V., miembro policial del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), sobre quien pesa la sospecha de ser el presunto autor del balazo que segó la vida de Padilla, sea reformulada de homicidio a Ejecución Extrajudicial. Dentro de los pedidos constan además, que el uniformado sea trasladado a la cárcel de Ibarra, pues actualmente se encuentra recluido en la cárcel 4 de Quito.
La otra parte
En cuanto a la defensa del uniformado, su abogado patrocinador ha manifestado en reiteradas ocasiones que su cliente no fue quien propinó el disparo, y aseguró públicamente que hay una segunda involucrada, quien aparentemente sería la autora de la detonación en contra de la humanidad del extinto. Dentro de las pruebas constarían, además, las prendas de dotación del efectivo que, a decir de la defensa, presentan muestras de ataque al verificar puñaladas en el chaleco que llevaba aquel día el policía. El caso continúa en investigación y en los próximos días podría llevarse a efecto la audiencia preparatoria de juicio. (MAGC)