POR: Manuel Báez R.
El amor no es solo un impulso humano, es mucho más profundo amparado por la ley; entonces, este mes de diciembre cuyo eje fundamental es dar amor y paz para todos.
Este mes viene cargado de ilusiones y esperanzas para todo el mundo, particularmente para los niños trae hasta fantasías por la tradición e influencia de los productores que distribuyen por todas las latitudes su ingeniosa producción con apariencia de juguete.
En definitiva, la Navidad es una temporada de serio compromiso económico para los hogares.
Con la crisis económica que está viviendo el Ecuador, dejemos a un lado la sociedad de consumo para referirnos a otro ángulo más edificante, como es el de alejarnos de estos sectores de manipuladores y mejor nos aproximamos a los honestos, sinceros y honrados, para tratar de encontrar la paz en la vida, porque necesitamos paz en la mente y en el corazón, lo que nos permitirá abrazar la paz con la vida y así podamos, siquiera en esta temporada vivir saludablemente y no buscar consuelo en la vida desenfrenada.
Este concepto nos llenará de armonía y comprensión para que a manera de un espejo nos refleje la realidad con una fuerte conciencia de vida.
Que en esta Navidad llegue para todos la hora de confiar en nuestros propios méritos.
Si todos pensáramos de la misma manera estaríamos basados en este pilar de la paz general.
Con la crisis fiscal que es de todos, nos queda encontrar la tranquilidad y para todos un fuerte abrazo de felicidad.