La dieta que debe perdurar en este año nuevo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) da algunos consejos para alimentarse de forma adecuada.

Lo que se coma y se beba puede afectar la capacidad del cuerpo para combatir infecciones, así como la probabilidad de desarrollar problemas de salud en el futuro. Los ingredientes exactos de una dieta saludable dependerán de diferentes factores, como la edad y la actividad, así como los tipos de alimentos disponibles en las comunidades origen. Pero en las distintas culturas hay algunos consejos alimenticios comunes para ayudar a llevar una vida más larga.

EL DATO
Revise las etiquetas de los alimentos y busque productos con menos contenido de sodio y azúcares.El cuerpo es complejo y, con la excepción de la leche materna para bebés, ningún alimento contiene todos los nutrientes necesarios para que funcione de la mejor manera posible. Por lo tanto, los regimenes deben contener una amplia variedad de productos frescos y nutritivos para mantenernos saludables. La Organización Mundial de la Salud (OMS) brinda algunos consejos sobre el tema.

Comida equilibrada
° En su dieta diaria, trate de comer una mezcla de alimentos básicos como trigo, maíz, arroz y papas con legumbres, como lentejas y frijoles. Asimismo, mucha fruta fresca y verduras y alimentos de origen animal (carne, pescado, huevos y leche).

Elija productos integrales: maíz, avena, trigo y arroz integral sin procesar cuando pueda; son ricos en fibra valiosa y pueden ayudarlo a sentirse satisfecho por más tiempo.

Elija carnes magras cuando sea posible o recórtele la grasa visible. Pruebe cocinar al vapor o hervir en lugar de freír.

Para los bocadillos, prefiera verduras crudas, nueces sin sal y frutas frescas, en lugar de alimentos con alto contenido de azúcares, grasas o sal.

Reducir la sal
° Demasiada sal puede aumentar la presión arterial, que es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares. Cuando cocine y prepare alimentos, use la sal con moderación. Reduzca el uso de salsas y condimentos salados (salsa de soja, caldo o salsa de pescado); evite los bocadillos con alto contenido de sal y los alimentos procesados.

Cuando use verduras, nueces y frutas enlatadas o secas, elija variedades sin sal y azúcares agregados. Retire la sal y los condimentos salados de la mesa e intente evitar agregarlos por costumbre.

Grasas y aceites
Todos necesitan algo de grasa en la dieta, pero comer demasiada, especialmente los tipos equivocados, aumenta los riesgos de obesidad, patologías cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Las grasas trans producidas industrialmente son las más peligrosas para la salud. Aumentan el peligro de contraer alguna enfermedad cardíaca en casi un 30%.

Reemplace la mantequilla y la manteca con aceites más saludables (soja, canola, maíz, cártamo, girasol). Elija carnes blancas (pollo y pescado), que generalmente son más bajos en grasas.

Menos azúcar
° Demasiada azúcar no solo es malo para los dientes, sino que contribuye al aumento de peso, lo que puede llevar a problemas de salud crónicos y graves.

Al igual que con la sal, es importante tomar nota de la cantidad de azúcares ‘ocultos’ que pueden encontrarse en los alimentos y bebidas procesados. Por ejemplo, una sola lata de refresco puede contener hasta 10 cucharaditas de azúcar agregada. Limite el consumo de dulces y bebidas azucaradas, como gaseosas, zumos de frutas y jugos, concentrados líquidos y en polvo, agua aromatizada, bebidas energéticas y deportivas, té y café listos para tomar y bebidas lácteas aromatizadas.

No alcohol
Este tipo de bebidas no son parte de una dieta saludable. Beber demasiado o con mucha frecuencia, aumenta el riesgo inmediato de lesión, efectos a largo plazo como daño hepático, cáncer, enfermedad cardíaca y entidades mentales.
La OMS aconseja que no hay un nivel seguro de consumo de alcohol; y para muchas personas, incluso los niveles bajos pueden estar asociados con peligros significativos para la salud.