Democracia infamante

Germánico Solis

Algunos partidos políticos utilizan variadas estrategias para inducir el voto y favorecerse en las venideras elecciones. En esta campaña las calles son el escenario para caravanas, gritos, pitos, cornetas, parlantes, exhibición de banderas, gorros, camisetas, globos, microperforados, gigantografías, posters, tarjetas, hojas volantes, calendarios y obsequios sugeridos por los jefes de campaña y estrategas que niegan el discurso.

Diariamente se observa una logística de vehículos, grupos que agitando grandes banderas, son el tutelaje defensor de la ontología y acciones en contra del movimiento que los contrató. Integran las tropas políticas, fotógrafos, expertos en video y comunicación, asesores con fórmulas que aseguran a los aspirantes un sillón en los gobiernos urbanos y rurales. Se sumará la acometedora publicidad en los medios y aparecerán producciones pensadas en las redes.

La estrategia de persona a persona no ha faltado en esta campaña, pero abruma y pone alerta a los potenciales votantes. Hieren las posturas falsas de retratarse con los pobres ostentando embusteros humanismos, afean el camino de los candidatos los besos a los perros para a la vuelta del camino descomponer el entrecejo en desprecio a los que nada tienen.

Ofende a mi ciudad estar cubierta con centenares de gigantografías, que se pintarrajee las montañas y que aprovechando la libre expresión, hayan manifiestos para sentirse triunfadores, cuando se reprocha al que tome chicha en un pilche. Sabiéndose bebedores de whisky, desconocen asimismo a los candidatos que no tienen ni para beber guanchacha, necedades que olvidan que la gente quiere propuestas.

El escrutinio dejará estragos, vendrá la sombra del fraude, se increpará al CNE por no controlar los millonarios gastos, las laptops en los taxis, los mensajes subliminales en las paradas inteligentes. Vendrán las protestas de los arrepentidos porque no se cumplieron las ofertas de empleo. Esperemos que “la sabiduría del pueblo”, iletrado en política, mire a los movimientos que sin tener para una hoja volante, tienen propuestas llamativas. No mantengamos la democracia que deshonra cuando busca solo el voto.