El hornado se toma los exteriores de los recintos electorales en Ambato

Tradición. El cerdo hornado permite atraer a los clientes que aprovechan para degustarse con su sabor.
Tradición. El cerdo hornado permite atraer a los clientes que aprovechan para degustarse con su sabor.

Redacción TUNGURAHUA

Mientras en los recintos electorales los responsables de la recepción y conteo de votos iban instalando las mesas, en los alrededores más de un centenar de comerciantes hacían lo mismo, pero ellos con la finalidad de dejar todo a punto para recibir a los comensales más exigentes con un menú variado de comida.

En Ambato está práctica es bastante común y entre los platillos que se destacan está el hornado, que viene acompañado de carne de cerdo, tortilla de papa y el tradicional agrio.

Las ‘caseritas’ que lo venden se encargar de atraer a sus clientes con la probana, para que degusten su sazón y así elijan su puesto, los precios de acuerdo a la porción del plato varía desde un dólar hasta los tres dólares.

Tradición. El cerdo hornado permite atraer a los clientes que aprovechan para degustarse con su sabor.
Tradición. El cerdo hornado permite atraer a los clientes que aprovechan para degustarse con su sabor.

Tradición

Entre las vendedoras que se trasnocharon para dejar los ingredientes listos y que hoy madrugaron a su puesto, se encontraba Marcia Teneda, quien mantiene esta costumbre familiar y desde hace varios años aprovecha el movimiento de la gente por las elecciones y sale a hacer comercio.

Teneda comentó que uno de los secretos que hacen a su hornado diferente es el ‘ajo macho’, que lo coloca en una cantidad justa en el aliño, “yo espero que hoy coman unas 400 a 500 personas”, expresó.

El Dato
Un cerdo grande permite sacar porciones para un promedio de 200 personas.

Otra de las personas que también se esmeró con la preparación del plato es Segundo Guadalupe, quien aseguró que mantiene los ingredientes de la receta que le heredaron sus abuelos y que ha estado en su familia durante 75 años.

Con la ayuda de sus nietos y con la amabilidad que los caracteriza, Guadalupe atendió a su clientela con un chancho entero, cuyo aroma se apoderó de varias cuadras a la redonda y el crujiente cuero de cerdo dejó más que satisfechos a sus clientes.

“Nosotros trajimos el secreto desde Guamote, pero como estamos acá radicados hemos degustado a los ambateños. Mis hijos también aprendieron y ahora ellos están vendiendo pero en otros recintos”, comentó.

Fuente de ingreso

Los vendedores empezaron a armar sus puestos desde las 03:00 de la madrugada, pues aseguraron que los días en que saben que va a haber mayor afluencia de gente, es cuando deben aprovechar.

Entre ellas está Liliana Toaquinche, quien mencionó que con la ayuda de sus hijos instaló su negocio y empezaron a llamar a sus clientes, “normalmente vendo en el mercado Simón Bolívar, pero ahora tuvimos que trasladar el puesto”, señaló. (MR)